Gira y gira la veleta veleidosa
al vaivén de los vientos de la vida
y cambian los sentidos de la traída
experiencia madura o vanidosa.
La veleta se transforma en rosa
abierta a la musa distraída
y se vuelve manera contraída
en época de angustia primorosa.
La veleta sigue y sigue tendenciosa
a cambiar la forma definida
por el tiempo y su palabra contenida.
Y es la veleta una etérea cosa
que une su verbo a la extendida
posición de la meta perseguida.
Entre tus consejos y este bello soneto ya puedo empezar a practicar con ellos.
Gracias Diesel.
Eres un gran amigo.
Besotes