Hoy me enfrente a una de las cosas más difíciles en esta vida, me enfrente a la verdad.
Una verdad que yo ya conocía, pero que nunca me había atrevido a ver.
Una verdad donde, mi mejor amiga, como así se hace llamar, me envidia cada felicidad, besa cada boca que yo muero por besar y se rie al verme llorar.
Una verdad que quebro la ilusión de la cual me enamore.
Me enfrente a la verdad de un amor imaginario y de fantasia, donde la unica enterada de ese amor era yo.
Me enfrente a la difícil tarea de tomar una decisión, en donde esta vez no hay margen de error.
Me enfrente a la verdad de que la vida pasa demasiado rapido y que yo estoy a casi nada de que me vean como alguien mayor.
Me enfrente a la verdad de que mi mejor amigo se casa y comienza a hacer su vida.
A la verdad de que la gente no es lo que parece; los que te dicen te quiero son los primeros en olvidarte y abandonarte, y los que son tus enemigos, terminan siendo tus mejores aliados.
Me enfrente a una verdad que dice que los cuentos de hadas no existen, que es tu responsabilidad construir el tuyo.
Me enfrente a la verdad de que aunque logre olvidarte, este amor nunca va a morir.
Me enfrente a la verdad de VIVIR!
EHoHe!
Un comentario sobre “La verdad…”
Pues me gustaron muchas todas esas verdades que narras en el presente texto. La verdad sea dicha.
Te gustan las personas
Sus argumentos
Sus sentimientos
Pero donde esta la verdad
La verdad es una paloma herida
La verdad es una llama encendida
La verdad es el tubérculo escondido
La verdad es ese pichón en su nido
Amamos a la verdad
¿Pero la tenemos dentro?
No, siempre habrá que buscarla
2 comentarios sobre “LA VERDAD”
Alicia: busca la Verdad y ella te encontrará a ti. Parece una paradoja pero es la única manera de hallarla.
Dice un pensamiento conocido a escala mundial que la verdad puede compararse a una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir; pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado. Es cierto. La verdad está ahí, la queramos o no la queramos entender, presente para ser descubierta y ofrecida a los demás. Lo importante es ofrecerla con tal acierto que la otra persona agradezca el descubrirla.
Admiro al hombre que acepta ciertas verdades que producen dolor en un principio pero que luego le hace reflexionar y crecer. Hubo una vez un hombre que, al descubrir cierta verdad dolorosa, recorrió una larga avenida de la gran ciudad llorando desconsoladamente… pero jamás se enojó por ello ni jamás inculpó a nadie por su fracaso. Simplemente entendió que aquello serviría para hacerle madurar. Sólo porque había conseguido desligarse de su vanidad, de su soberbia, de su capricho y había entendido que la única manera de ser realmente hombre era aceptar la verdad de uno mismo, comprender las verdades ajenas y ofrecer la verdad de sus sentimientos a través del sentido pleno de la responsabilidad de sus acciones y el acierto de decirlo sin tener que herir a los demás.
2 comentarios sobre “La verdad”
Estimado Diesel:
Toda una aquitectura moral y con un profundo calado. Creo que las palabras de San Pablo fueron el fruto de lo aprendido en Grecia: “La verdad os hará libres”. La Verdad…es una oportunidad que se presenta en la Vida como prueba iniciática. Tu texto es un inmenso océno desde el que contemplar las sabias verdades del mundo. Dice el adagio chino: “No se es sabio por conocer todo lo que el mundo contiene, sino por contener al mundo en el corazón”. Salud.
Verdad es la verdad de lo que yo siento. Tu magnífico texto, amigo Diesel, tiene mucho contenido reflexivo para mí. Yo también admiro esa verdad intrínseca del corazón abierto. Un abrazo sincero.
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Pues me gustaron muchas todas esas verdades que narras en el presente texto. La verdad sea dicha.