RELATOS SOBRE LA CONTRARREVOLUCIÓN BURGUESA POSTMODERNA
Las elecciones en Cataluña dieron la victoria a CiU. De forma que Artur Mas se convirtió en el presidente de la Generalitad de Catalunya, obteniendo el nombramiento con el apoyo de los grupos independentistas.
La derrota del PSC y la mayoría conquistada le permitía llegar a la presidencia con los votos del PP o de los partidos independentistas, de modo que Mas lo fue con el apoyo de los partidos independentistas, comprometiéndose a convocar un Referéndum de autodeterminación entre finales del 2011 y principios de 2012.
El nombramiento de Mas disparo las encuestas en favor del Partido Popular, en tanto que el Cataluña se desataba una autentica fiebre soberanista, comenzando una lucha cada vez mas dura, en donde el gobierno del PSOE, era cada vez mas atacado por todas partes, mas el PP pese a sus declaraciones, no estaba interesado en forzar las cosas, sino en agotar políticamente al PSOE, hasta obtener una aplastante y rotunda mayoría absoluta.
En tanto que los restantes partidos pese a sus durisimas y justificadas criticas en función de la política del Gobierno, no mostraban ningún entusiasmo por la caída del gobierno del PSOE, sabiendo que se iban a enfrentar a un PP arrollador.
En Cataluña sin embargo la política cada vez mas soberanista, provocaba reacciones mas profundas del nacionalismo español, de modo que los enfrentamientos y choques comenzaron a manifestarse y el temor de la población proveniente de las antiguas autonomías que formaban parte del Antiguo Reino de Castilla (andaluces, extremeños, castellanos, murcianos, gallegos, etc.,) comenzó a transformarse en miedo, un miedo que nacía de la conciencia de la perdida irreversible de una antigua identidad, muchos de ellos pese a haber nacido en Cataluña y hablar catalán con fluidez, en la vida cotidiana y familiar solían hacerlo en castellano, lo que despertaba un instinto de conservación dormido sobre una identidad que ahora parecía condenada a perderse, por lo que frente a una Cataluña ideal, dominante y monolingüista se despertaba una Cataluña real, que de alguna forma reproducía a nivel de Cataluña, el conflicto entre la España Ideal de Nacionalismo Español y la España Real que no coincidía con el monolingüismo castellano.
El seny comenzó a perderse por parte de los nacionalistas e independentistas, comenzaron a sonar expresiones como: “basta de nadar entre dos aguas, vosotros habéis nacido aquí y no tenéis excusa o sois catalanes con todas sus consecuencias o sois charnegos y por tanto traidores a Cataluña y os comportáis como colonos españoles.”
Es evidente que quienes decían eso no querían expresarse así, pero era inevitable, que algo mas fuerte que sus deseos y sus voluntades se impusiera sobre ellos. De idéntica forma que frente a ello quienes se consideraban catalanes y estaban en contra del nacionalismo español y favor de la defensa de la identidad nacional de Catalunya, tampoco querían el enfrentamiento con el nacionalismo catalán, pero los individuos no son mas una superficie que flota sobre el tempestuoso mar de las identidades individuales y colectivas burguesas, de modo que el barniz de civilización y de cultura que constituía la convivencia y la tolerancia se comenzó a agrietar y la fiera feroz que yacía agazapada y dormida empezó a salir a la superficie mientras las mascara de los principios éticos y morales se resquebrajaba irreversiblemente.
Entonces sonó el bronco tambor de la identidad tribal que llamaba al combate y las mas rancias y ancestrales emociones reclamaron su derecho a ser y existir, mientras los grandes principios invocados afilaban sus armas estético emocionales y encubrían con los mas nobles y elevados propósitos el recio y salvaje furor de la dionisiaca y titánica lucha que se avecinaba, para exterminar de una vez y para siempre lo que amenazaba a la identidad tribal de las nacionalidades en lucha.
En lo mas profundo de los pechos de cada una de las identidades que reclamaban el derecho a vivir y a ser en plenitud, sin ningún tipo de cortapisas, se forjaba el indomable pensamiento de que no merecía la pena vivir a medias, de que solo había una solución: vivir en plenitud o perecer.
Finalmente sonó el grito de guerra en la conciencia de cada uno, la Cataluña Catalana afirmo que solo podía sobrevivir si la Cataluña Española moría o era arrojada de la sagrada tierra de nuestros padres. En ese momento el nacionalismo catalán y el independentismo con seny perdió el seny, lo que partió Cataluña en dos, porque los que no podían sentirse de esa forma dentro de sus vísceras, experimentaron la sensación de que siempre serian extranjeros sospechosos en esta tierra, aunque hubieran nacido en Cataluña y hablaran el catalán.
Pero había algo mas en ese razonamiento, algo que los nacionalistas e independentistas no eran capaces de comprender, que era el limite de la compulsión de una identidad real que se diferenciaba de la de ellos y que ellos pretendían aplastar porque temían que destruyera la suya propia y lo consideraban como identidad charnega y por tanto extranjera y enemiga de Cataluña.
En ese momento el nacionalismo y el independentismo catalán rompió con la Cataluña real, formada por dos identidades reales y que no podían romperse compulsivamente, a menos que se quisiera llevar al seno de Cataluña la guerra civil entre las dos identidades.
Mientras tanto en España el nacionalismo español capitaneado por el Partido Popular agitaba las mas viscerales y hondas identidades del mismo, llamado a la defensa de la sagrada unidad de España, mientras la burguesía española era perfectamente consciente que su dominio como clase dominante dependía de mantener contra viento y marea la unidad de España, ya que de perderla era inevitable su destrucción no solo como identidad nacional burguesa sino incluso como clase dominante, frente a lo cual importaba poco ser expulsada de la Comunidad Económica Europea.
Mientras que Europa y Estados Unidos sabia que si la burguesía española imponía un régimen fascista, no podía ni debía intervenir, ya que la desintegración como clase de la burguesía española supondría el desarrollo de un proceso revolucionario que los arrastraría a ellos. Por ello a medida que iban pasando los días, las semanas y los meses, tanto los nacionalistas como los independentistas comprobaban que se iba hacia la guerra civil y que esta era inevitable.
Pero las espadas estaban en alto, de modo que ya el proceso no se podía detener y todo el mundo sentía y experimentaba que nada se podía hacer, porque la dinámica de los acontecimientos se imponía sobre las mujeres y los hombres que tenían la extraña sensación de que eran otros quienes decían las palabras que salían de sus labios y ejecutaban las acciones que emanaban de sus cuerpos.
Frente a ello se hacían cada día buenos propósitos que sucumbían siempre ante la dinámica de los acontecimientos, finalmente se produjeron dos hechos: la ola independentista que sacudía Cataluña impuso que el referéndum se adelantara a las elecciones en España, que determino el segundo hecho: la campaña del nacionalismo español hizo inviable la continuación del gobierno del PSOE, con lo que las elecciones generales se adelantaron al referéndum por la autodeterminación.
La confrontación se hizo permanente y los de buenos propósitos de cada noche eran barridos por la realidad del día, con incidentes cada vez mas graves, que generaban un enorme miedo y un deseo de salir de aquello, que al mismo tiempo no podía impedir que la dinámica de la realidad barriera todos esos propósitos de conciliación.
La reacción frente al adelantamiento del referéndum que provoco en España la caída del gobierno socialista y la convocatoria de elecciones generales, genero nuevos conflictos en Cataluña, puesto que se exigió el adelantamiento del Referéndum, pero Artur Mas mantuvo la fecha de convocatoria negandose a adelantarlo.
Las criticas contra Mas por parte de los independentistas fueron de una ferocidad extraordinaria, pero su gobierno permaneció puesto que la próxima victoria electoral del Partido Popular por mayoría absoluta, hacia inviable la posibilidad de derribar su gobierno, al que se veían obligados a mantener tras el calculado parlamento de Artur Mas el cual tras realizar una critica feroz al PP, acabo terminando el mismo con la afirmación de que comprobada la actitud mayoritaria en España respecto a Cataluña, el no solo mantendría la fecha del Referéndum por la autodeterminación sino que votaría a favor de la secesión de Cataluña respecto a España.
La situación de confrontación no decreció sino que se incremento en Cataluña, donde los nacionalistas radicales Catalanes y Españoles, ademas de protagonizar enfrentamientos con heridos, comenzaron a crear en determinadas ciudades y barrios de Cataluña lo que denominaban zonas liberadas de la tiranía españolista (los independentistas) y de la tiranía independentista (los antiindependentistas).
Tras la aplastante victoria de PP, la confrontación siguió subiendo de tono hasta el punto de que sus efectos políticos, económicos, sociales, etc., comenzaron a notarse de forma cada vez mas clara. El Partido Popular y CiU comenzaron a ser desbordados por la propia dinámica de la situación, en tanto que la gente en Cataluña y en España, sintió que el aplastamiento del nacionalismo catalán supondría el inevitable ascenso de un régimen fascista que duraría décadas, puesto que el Partido Popular no podía llevar a cabo la acción sin minar desde dentro la misma democracia española. En tanto que los independentistas, pese a su radicalismo y a su voluntad de morir y ser aplastados por el fascismo antes que capitular, sentían la absoluta impotencia de su incapacidad para poder hacer algo mas que servir de base a una nueva contrarrevolución fascista en España que aplastaría a Cataluña de una forma mas rotunda y total de lo que lo había hecho el régimen de Franco.
En ese momento las dos identidades nacionales irreductibles se sintieron paralizadas y aterrorizadas, porque descubrieron que la dinámica en la que habían caído les arrastraba de forma irresistible.
Mas y Rajoi se encontraron, hablaron para Cataluña y para España, decidieron entonces celebrar un referéndum en donde fueron sometidas a la voluntad popular el Estatuto de Cataluña y la nueva Constitución Española que lo reconocía, en el cual los catalanes reconocían la indisoluble unidad de España.
El Estatuto y la Constitución fueron aprobados por mayoría absoluta, en tanto que las burguesías catalana y española se dispusieron a comer perdices durante muchos años.
Pero la crisis provocada por la bajada de la tasa de ganancia, les impidió comer muchas perdices durante los años que ellos esperaban, de modo que una vez agotadas las posibilidades y las alternativas burguesas, que desarmaron la contrarrevolución fascista en España y hundieron al independentismo en Cataluña, los trabajadores se liberaron de todas las influencias burguesas y encontraron su camino para salir de la interminable crisis del capitalismo.