La vida sola

Soledad, una palabra tan sola…arrinconada, triste pero bella. A veces añorada, otras, encontrada…soledad…En muchos momentos traicionada Uno puede fusionarse con la percepción de los elementos más naturales de la existencia. La sensibilización que implica estar a solas con el camino, con el viento, el mar y su oleaje, la arena, las montañas, las rocas, el fuego, las llamas….tu soledad de espíritu se reúne con la propia soledad del mundo salvaje y ahí entrelazas la mágica crianza del silencio bien atendido y una doble esencia de satisfacción en el alma y el corazón entregado al calor de la contemplación.

Un comentario sobre “La vida sola”

  1. Hablas del tipo de soledad que enriquece y nos hace crecer. Estoy de acuerdo contigo. a esa soledad no solo hay que abrirla la puerta sino vivirla de vez en cuando. No por supuesto a la otra soledad, la que nos aisla y nos destruye. Peró leo tu reflexión y pienso que te refieres a la soledad benefactora de nuestro espíritu. Sí. Es muy productiva ese tipo de soledad.

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