Las astillas de tu piel se están clavando
en los poros de la mía aún sin querer,
y a pesar de que ha pasado mucho tiempo
desde el día que en la noche te encontré,
no quisiera renunciar ni a un segundo
de tu risa, tu alegría y de esa piel…
Las astillas de tu piel me están diciendo
que mis manos tienen ganas de entender,
los recodos que les quedan por saber
de ese cuerpo inquietante y misterioso
que se arrima a mi alma y a mi ser.
Las astillas de tu piel me están doliendo
cada día con más fuerza y magnitud,
en las noches de desvelo yo te busco,
en mis sueños te me vienes sin razón
y aunque lejos te dibujo de delirio
sólo sueños que se esfuman tengo yo.
Las astillas de tu piel me tienen presa
en envueltos de verdades y pasión,
y aunque siento que las noches son eternas
que el recuerdo me desgasta el corazón,
no quisiera renunciar ni a un segundo
de tu risa, tu alegría y de esa piel…
Namari, he leido dos veces tu poema, además de verlo muy bueno, me lo tomo como un permiso para ampliar algo en mí, que irremediablemente llegará a los demás muy sutilmente. Creo que lo volveré a leer, he de disfrutarlo.”Cuando leemos algo que nos gusta, lo proyectamos”
Gracias.
Un abrazo.
Muy bueno.Me encanta como escribes.Esta poesia me ha puesto los pelos de punta.A lo mejor llego a escribir como tu algun dia.Muy bueno,de veras.