Nos gustaba
meternos mano
en las cabinas
del conservatorio
nos gustaba
hacer sonar
el piano
con nuestros cuerpos
follando
sobre las teclas
sobre el tablero
del negro y el blanco
que escupe
como partidas de ajedrez
bien acabadas
como un montón de sonatas
que nosotros
preferíamos destruir
con el ansia de mezclarnos
mientras los de fuera
buscaban un poco de orden en el calor
mientras en el pasillo intentando
descifrar qué sonata
qué tan extraño estudian los críos
la madre que escupe
sus últimas estupideces
la vecina que arremete
y la atraganta
con su último viaje con el imserso
y yo en medio de las primas de Silvia
comiéndomelas mientras
estudian en el piano
cómo hacer sonar mis costillas
entre sus pechos
cómo sonarán sus lenguas
atravesadas por mis ojos
cómo sonaran
mis ojos escondidos en sus almas
mientras gritan
y aparece el director
del conservatorio cabreado
por el estruendo cabreado
por no participar
en esta nueva forma sonata.
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http://sangriafrancesa.blogspot.com/
Que bien, pensaba que vorem tenía una asignatura pendiente de erotismo,me alegra ver que se pone las pilas.
Interesante forma de sonata.
Me ha gustado. Espero que se explore este nuevo camino abierto al erotismo.
Erótica a la par que muy divertida escena. :-))