Ni soy cocinero ni sé cocinar salvo cosas tan elementales como un par de huevos; pero me agrada mucho ver el programa de Cocina que presenta Carlos Arguiñano en Antena 3. Me agrada porque lo hace ameno, divertido, entretenido e interesante. Y porque se aprenden muchas cosas nuevas, anécdotas curiosas y hasta denuncias como la que ha revelado este lunes pasado. Resulta que Carlos Arguiñano nos ha dado una noticia sobre lo que hacen los italianos con el aceite de oliva español.
Según fuentes muy bien informadas (como decimos los buenos periodistas y Carlos Arguiñano es una fuente muy bien informada) los italianos compran el aceite de oliva español, que es mucho mejor y de más calidad que el suyo propio, y lo envasan para venderlo haciendo saber que es aceite de oliva italiano. ¡Tururú! Tururú! ¡Y tururú! Para que el mundo entero se entere (valga la redundancia) el aceite que venden al exterior los italianos diciendo, en sus etiquetas, que es aceite de oliva italiano es, en verdad, aceite de oliva español.
Esta afirmación no es gratuita. Es la realidad. Y si eso es lo que hacen los italianos con nuestro propio aceite de oliva español… ¿qué es lo que no harán con otros muchos productos? El mundo entero debe saber que en España tenemos mucha mejor Cocina que los italianos. Por eso es por lo que compran productos españoles y los exportan diciendo que son italianos. Para que se entere cierto italiano que va diciendo, por Ecuador, que en España todos somos gitanos y toreros. Yo no sé cuántos gitanos y toreros hay en España pero sí sé que en Italia abundan los estafadores, los mafiosos y hasta los maricas.