Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte,
contemplando
cómo se passa la vida;
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer;
como, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
fue mejor.
A la muerte de su padre, don Rodrigo Manrique, ocurrida en 1476, Jorque Manrique compuso una elegía en su memoria, las llamadas “Coplas por la muerte de su padre”.
Gracias Diesel, aunque en este caso hubiese preferido tu silencio…
Bien Ismael… aunque no es Jorque sino Jorge. No te preocupes. Todos los escritores somos imperfectos y las escritoras idem de idem.
Leyendo se encuentran tesoros como el que hoy compartes con nosotros.
Gracias Ismael.
Un abrazo