Tumbado en la hierba
cierro los ojos
y dejo que me invadan las sensaciones.
Siento la hierba,
siento el aire
caliente,
el olor
a mar.
Siempre hay olor a mar.
Oigo niños
jugar.
Oigo sus voces.
La playa no se ve
pero se intuye.
Estoy bajo los árboles
y las hojas a penas se distinguen.
El problema de las hojas siempre me ha preocupado.
Veo el todo
pero no veo las hojas.
Entre las hojas está el cielo.
El cielo
concavo,
abovedado,
no es plano, no es recto.
Si me fijo,
el cielo es curvo,
envolvente,
es ver a Dios
moviéndolo.
Si cierro los ojos,
y siento,
llego al cielo.
© onlythebestones 2007
Una buena observacion la esencia de lo que nos rodea, las cuales generalmente no las percibimos al estar envueltos en el mismo trajin de todos los dias. Descriptivo, simple y armonioso, una paz que se alcanza solo al acostarse en la hierba y sentir su olor y textura. Me ha hecho sentir, Saludos a distancia.
Recuerdo en especial un día tumbada en la hierba, no junto al mar sino en lo alto de un castillo en ruinas de la provincia de Soria. Una sensación maravillosa y plácida después de la dura subida.
Tu poema es relajante en sí mismo. Nos has hecho compartir tus sensaciones de ese momento. Gracias.
Un saludo.
sólo cuando nos dejamos inundar por las sensaciones más simples,
podemos llegar a tocar a algo que se le parece a Dios,
a algo que llena de Fe,
y trasmite vida…
me encantó!
Sí, para tocar al menos el cielo basta con dejar que me invadan las sensaciones…, como dice Fito: “…si no cierras bien los ojos muchas cosas no se ven…”, un abrazo
Tu poema es una escalera. Cada peldaño es un verso. Lo he leído de abajo para arriba y un sentimiendo de geometría poética me ha envuelto. Saludos.