El tigre vuela (un poema y una duda)

Partió el tigre
hacia el centro de la selva…
Calmo camina olvidando el claro día.
Se adentra en el gris de las tinieblas
de los siglos que viven 100 años.
En los troncos oscuros
de la selva umbrófila
busca las viejas galerías
que le muestran la vereda
hacia la cima
de los picos nublados.
El tigre vuela.
Corre, tigre, corre.

**Sobre este poema, una duda. Hablando con un amigo del poema, me dijo que “umbrófila” era un término demasiado científico para un poema y que ciencia & poesía no compaginan. ¿Vosotros que opináis? ¿Os gusta “umbrófila” o lo sustituiríais por otro término? ¿Ciencia & poesía compaginan?

© onlythebestones 2007

11 comentarios sobre “El tigre vuela (un poema y una duda)”

  1. Que vaya por delante que a mí, “umbrófila” me parece algo rebuscado. Dado que no aparece la palabra en el DRAE (todavía, quizá), se tratará seguramente de un término muy científico. Se sabe qué quiere decir, pero choca. Lógicamente, la selva tiene que ser “umbrófila”, aún cuando necesite el sol en su parte superior… No sé, no soy nada científica.

    …y la poesía debe ir directamente al corazón, pasando por las entendederas.

    Un saludo.

  2. Gracias, gracias por tu opinión.

    Entonces, tú , a favor de poesía directa al corazón ¿ciencia incluida? No me quedo claro.

    “Umbrófila”, en todo caso, rebuscado. ¿Qué sugieres tú, entonces? Me interesa mucho conocer tu sugerencia.

  3. Pues, a bote pronto, se me ocurre quizá “amante de la umbría”, que ya sé que es más largo, pero no tiene importancia al no ser el tuyo un verso medido. Sin duda podrá haber algún otro término más adecuado, perdona que sólo me haya dedicado a criticar sin ofrecer la solución ideal. Pero creo, sin embargo, que lo de “amante de la umbría” se entiende mejor por la gente de a pie, e incluso resulta más poético que “umbrófila”.
    Por mis cuestiones de traducciones desde y a otros idiomas, sé la importancia de las palabras, pero también que a veces es mejor renunciar a un término muy preciso en favor de una mayor claridad.
    Si un texto es completamente científico, si se maneja uno con un texto plagado de tecnicismos, por y para expertos, entonces sí que hay que respetar lo que diga la ciencia o lo que diga la técnica, se trate de lo que se trate.
    Pero ante un poema tan bello como el tuyo, la palabra en cuestión aparece como una piedra puesta enmedio del camino, que impide que el verso fluya con armonía.
    Esa es mi humilde opinión, que puede no ser correcta.
    Saludos y gracias por pedir mi opinión.

  4. Disculpa, se me olvidaba: Yo quitaría lo de “100” años y lo cambiaría por “cien” años.
    Los números tengo entendido que hay que evitarlos en literatura, a no ser que se trate de cifras largas de muchos dígitos.

  5. yo en cambio pienso,
    que la poesía fluye,
    que no importa a quién roce,
    su objetivo siempre es traspasar…
    no importa si es ciencia,religión, o arte…
    ella siempre traspasa el alma..con las palabras que elija.

  6. Gracias, Iris.

    Dejaré la poesía libre, apátrida, sin ciencia, sin religión, sin arte, para que no sólo fluya sino que vuele en busca del alma.

    Y si por lo menos roza, aunque no traspase, el alma, será un momento tan agradecido como una caricia.

    😉

  7. Texto y contexto. Hay poesía que, en su ortodoxia acaban siendo una “ortodoncia”; se encorsetan y emiten un poético rigor. Sea para bien o menos bie…Creo que un tigre requiere una selva umbrófila, como una mantis religiosa una cúpula vaticanensis…que no una cópula…¡Bien por su gran juego de ricas propuestas!.

  8. Gran aplauso por tu “cúpula vaticanensis” para la mantis religiosa, y ¿por qué no? “cópula vaticanensis” como el dedo de Dios tocando al del hombre el la capilla sixtina. ¡Qué grande!

    Ha sido una comparación maravillosa.

    Gracias Greko, ¡Un placer y un honor el comentario!

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