Lo cotidiano.

Conduciendo por la ciudad, en cada parada que haces sea semáforo, cruce o caravana si te paras a observar por el retrovisor llegas a ver un sinfín de actos cotidianos algunos de ellos de lo más gracioso.

En el coche que me precede un señor bien vestido y encorbatado con apariencia de ejecutivo, coche de lujo y repleto de marcas comerciales hasta en las gafas de sol, se entretiene con su dedo índice, lo dirige hacia uno de sus orificios nasales, empieza a hurgarse, primero muy delicadamente…se lo saca …observa….NADA, vuelve a la carga, por lo visto allí adentro hay algo que se resiste y ahí lo tienes todo nervioso dándole vueltas a ese dedito…gesticula empujando cada vez más adentro hasta que en un momento dado nota que lo engancha…¡POR FIN¡….

Saca su dedo y se regocija mirando extasiado el premio a tan dura lucha…¡¡GANÉ¡¡…parece decir mientras admira su trofeo, al poco se le cambia la expresión …¿QUÉ HAGO CON EL?…por un momento parece que se vaya a limpiar en el pantalón…muy caro…la camisa ni hablar es su preferida….¡¡ OH¡¡NO ¡¡ se lo piensa mejor y se lo acerca a….

Aquí dejé de mirar el semáforo pasó a verde y retomé mi marcha.

2 comentarios sobre “Lo cotidiano.”

  1. ‘che cochino. No quiero ni imaginar como estará la parte inferior del asiento del conductor (me han contado que ahí se almacenan esos trofeos).

    Pero si. Simplemente observando a la gente en la calle puedes ver escenas que van desde divertidas hasta terroríficas.

    No hace mucho, vi a una mujer de no mas de 25 años, ejecutiva seguramente, muy elegante, y con nulo conocimiento de como caminar con zapatos de tacón alto. Esta mujer era muy agradable a la vista mientras estaba parada, pero al momento de caminar causaba risa porque no podía mantener el equilibrio. La seguí un par de calles, con el fin de verla al momento de caerse (soy malvado, ¿verdad?). Y en efecto, la pobre cayó. No alcance a detenerla porque no estaba lo suficientemente cerca, pero afortunadamente cayó sobre un polecía que aun debe de tener adolorida la cara del golpazo que se dio cuando esta mujer, en su caída libre, se lo llevo de corbata. Por lo que pude ver, nadie ademas del polecía salio herido. Lo que si hice fue ayudarla a levantarse (tratando de contener la risa), recomendarle usar zapatos mas bajos y desearle suerte en su camino.

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