Los calidos dedos del infierno

Muerte, oscuridad tenebrosa, amiga
Palabras vacías llenas de putrefacción
Vivir para que
Que beneficio facilita un cadáver andante
Que beneficio puede susurrar a los oídos de un niño una avispa con su zumbón aguijón
Llanto tenebroso, risa apagada sin solución de continuidad
Donde están las golondrinas con sus alegres trinos que se esconden en las catacumbas de mi corazón


Se me rompen las entrañas con las palabras, palabras cargadas de veneno que yo he ido confeccionado con paciencia artesana, veneno que contagia todo a mi alrededor con su hedor putrefacto.
Cadáveres andantes, mirados al vacío, palabras vanas sentimientos fatuos.
El fauno de mi corazón se ha ido de vacaciones y yo tengo mi justo castigo. No son tan tenebrosos los infiernos, la luz del fuego eterno puede que te reconforte con su nomotono chisporreteo. Trágame infierno maldito y que forme parte de esa llama que deleitan a esos ojos que si saben de la vida.
Chisporretea juguetón fuego del infierno que las almas en pena gocen del dibujo embriagador, de tus colores calidos, que no es tan malo el infierno cuando da lugar a extasiarte con las figuras tornasol de sus llamas cautivadoras, tómame infierno en tus calidos dedos

2 comentarios sobre “Los calidos dedos del infierno”

  1. Muy bien confeccionado, palabras que se expresan más y mejor cuando las unes con otras semejantes, y sí a veces la vida se nos hace un infierno, buscamos esas golondrinas que antes veíamos pero solo nos damos cuenta que ya estamos solos en la oscuridad y creemos que es mejor estar muertos. Pero ánimo, el fuego prepara a las personas y las renueva. Saludos

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