Y aquel verano bendito
Bajo aquellos limoneros,
Supimos que nuestra sangre
No acabaría en recuerdos.
Y viendo la mar en calma
Y un puñado de silencios
Supimos que nuestras voces
No acallarían los necios.
Y volvimos a entregarnos
Otra vez a nuestros juegos,
Y jugando nos contamos:
Fuimos tres en el recuento.
Y aunque muchos años pasen
Recordaré los limoneros…
Y que nunca se pierdan esos bellos recuerdos amiga Carlota.
Besos
Me sabe tu poema a algo que nace y que dura con los años, los sueños, las primaveras… Eso que seguro ahora quiero más que a nada. Tus limoneros me recordaron al viejo limonero del Retrato de Machado. Un saludo!
Ups, cambia “quiero” por “quieres”. Mea culpa
Felicidades, has conseguido llamar mi atención con ese bello poema. Que bonitos recuerdos. Un beso.