Los múltiples “madriles” (6) Ensayo

Zona de Hortaleza, San Blas, Canillas y Canillejas. Zona bastante “dura”. Población más bien tirando a escasa inteligencia pero con mucho amor propio. Combaten su falta de inteligencia con una gran dosis de viveza que los hace ser muy listos. Aquí también han llegado inmigrantes de otras zonas de Madrid (como los antiguos”pandilleros” de la antigua Carretera de Aragón donde ahora, llamada Prolongación de la Calle de Alcalá viven delincuentes e inmigrantes en gran cantidad y hacinados en pisos “clandestinos” de 10 o 12 (quizás hasta 20) personas de todas las clases imaginables). Volvamos a la zona a analizar. Más listos que inteligentes viven “a salto de mata” (a veces hasta se asaltan los unos a los otros) y políticamente son incorrectos pues “bandean” continuamente de un Partido a otro según el “viento sople” ya que son muy “veletas”.

Los antiguos “pandilleros” de la Antigua Carretera de Aragón siguen con sus “pandillas” pero ya están de “bajada” y les queda poca vida de existencia. Los demás, no gustan de vivir la noche y, en cuanto el sol se oculta, corren a sus casas que son de las “prefabricadas” de manera algo chapucera. No son bohemios. Muy realistas, no creen nunca lo que no ven con sus propios ojos pero, por eso, muchas veces cometen equivocaciones de apreciación (ya que alardean de tener “buen ojo de cubero”) y son estafados por los empresarios de la construcción que les prometen pero luego huyen con sus dineros y los dejan abandonados “al pairo”. Sufren actualmente mucho por culpa de haberse producido la explosión de las “burbujas” del ladrillo. Se las dan de muy listos y se creen “sabios”. Por eso se les estafa tan fácilmente. A veces se equivocan demasiado y entonces se vuelven violentos y entran en conflictos muy elevados de tono alzando la voz y diciendo palabrotas. Jugadores de bingo y máquinas tragaperras de los bares, pierden muchos de sus ahorros en estos viciosos juegos y, por eso, viven de sobresalto en sobresalto y tienen que buscar pluriempleos para cubrir sus pérdidas por culpa de la ludopatía. Algunos son más que listos “listorros” y sus historias personales están llenas de conflictos urbanitas y familiares. Son amigos de “pocas palabras” excepto cuando se enfadan y usan muchos dichos “populares” para pasar como castizos. Generalmente son seguidores del Atlético de Madrid pero si ven que el equipo no funciona fácilmente se vuelven chaqueteros y lo cambian por otro como el Real Madrid o el Getafe principalmente. Hay algunos que son “merengues” y otros que, en lo futbolístico, son neutros. Mucho más “sanchopancescos” que “quijotistas” se mueven más por el materialismo que por el idealismo. Su “dureza” es, en muchos casos, sólo una corteza superficial para cubrir sus escaseces intelectuales. A la hora de ·”ligar” con las chavalas son “sosainas” y de “poca gracia” porque siempre repiten los mismos chistes y aburren hasta a las “ovejas”. Es por eso que las chavalas de estos barrios se van a buscar “ligues” hasta la calle de Alcalá (la zona de los llamados “alcalinos” a quienes encuentran más graciosos y atractivos en su manera de ser. Hay algunos que son hasta “quincalleros” y algunos, más bien pocos, son gente sana y noble pero están opacados por la mayoría “sosa” y “aburrida”. No saben tratar muy bien a sus mujeres y nunca son capaces de “ligar” del todo, quedándose a medio camino entre los que conocen algo de mujeres y los que no conocen absolutamente nada.

La zona de los marileños “cortados” es, sin embargo, un pequeño grupúsculo del Paseo de la Florida. Sufren mucho de “mamitis” hasta edades muy adultas y son tímidos y algunos hasta misóginos en cuanto a las mujeres. Políticamente son fieles del PP y suelen ser aficionados del Real Madrid aunque no entienden mucho de fútbol. Su “cortedad” les hace elegir el equipo que más trofeos tiene y el mejor de la historia según muchos. Tardan mucho en madurar y necesitan hacer un gran esfuerzo de voluntad para no ser “cortados”. Para ello el recurso que más usan es la mentira y la traición a lo “judas” porque lo que es la verdadera amistad no la conocen o la conocen muy poco. Leen mucho obras del corte de “Cortadillo y Rinconete” o teatrro como “La Virgen de la Paloma” (pues son muy católicos) o “Agua, azucarillo y aguardiente” pues la mayoría no saben beber el alcohol y cuando lo hacen (salvo unos pocos que son excepción) caen rápidamente en la borrachera. Todo ello para superar, creen ellos, la timidez y la “cortedad”. También les gustan los entremeses teatrales como “Las aceitunas” de Lope de Rueda. O sea, una literatura que sea muy fácil de entender y no les haga pensar. Son más bien aburridos por naturaleza y tienen pocos temas de diálogo más allá del fútbol y algun que otro pequeño tema sin gran interés por lo que las mujeres inteligentes nunca “ligan” bien con ellos. Suelen pasear por las orillas del río Manzanares cercanas a su zona y los más atrevidos hasta van a Casa Mingo a tomar sidra con pollo y ensalada. Pero ni por esas. Aunque allí abundan chavalas guapas, son tan “cortados” que no saben qué decirlas y pierden una gran cantidad de oportunidades que otros de otros barrios (ya que Casa Mingo es muy conocida en todo Madrid-Madrid) sí saben aprovechar quitándoles las “chavalas” delante de sus narices. Necesitan mucha terapia psicológica para superar este grave problema y hombres de otras zonas madrileñas que hagan de “canguros” para que puedan superar la “mamitis crónica”. Son madrileños muy opacos y es no recomendable juntarse con ellos para vivir emocionantes aventuras porque suelen ser mentirosos y, como dije, bastante “judas”. Es un verdadero aburrimiento convivir con ellos y cuando salen de excursión hasta lo más que llegan, aprovechando que tienen en su barrio una Estación de Autocares, es sólo hasta La Pedriza y la Sierra de Guadarrama de la Comunidad Autónoma de Madrid y, los más atrevidos, llegan sólo hasta Avila y Segovia. Son, repito, excesivamente católicos.

Cito ahora a otro barrio muy “sui géneris” pero todo lo contrario al anterior. Son los de la zona de Lavapiés y pequeñas calles adyacentes. Son llamados, de manera peyorativa por quienes les tienen envidia “macarras” por su manera desaliñada y poco a la moda de vestir y llevar el pelo. Pero son de los más castizos de Madrid-Madrid y son de clase baja o clase pobre pero honrados y honestos; excepto que ahora en día se han visto desbordados por una gran cantidad de inmigrantes extranjeros de todo tipo (muchos de ellos maleantes que desprestigian a los inmigrantes honestos) y vendedores ambulantes de ropas y quincallas. Esto ha desnaturalizado la verdadera personalidad de esta barriada cuyos nativos más represnetativos son humildes pero de buen corazón. Hay restaurantes muy baratos en la zona y suelen ser divertidos y bastante habladores. Pero el desprecio que hacen de ellos otros madrileños les hace sufrir bastante y sobre de todo de desamor. Saben “ligar” bastante bien pero los prejuicios que tienen las chavalas contra ellos les hacen caer en depresiones emocionales y al final deciden, los más jóvenes, abandonar asqueados la zona que ahora, en cuanto a los nativos se refiere, son bastante viejos o muy viejos que se sientan en bancos donde se ponen a charlar de los “viejos tiempos”. Son solidarios y cariñosos. Por las noches son bohemios sanos y de izquierda más o menos moderada (PSOE y sector mayoritario de Izquierda Unida), Aprenden pronto a inventar neologismos fuera de lo admitido por la Real Academia de la Lengua que los llama, equivocadamente bajo mi particular punto de vista, “barbarismos”. No son “barbarismos” sino lenguaje propio de ellos y que les da una entidad muy peculiar. Les gusta el teatrillo sencillo pero tienen mucho contenido y definiciones en sus “neologismos” lingüísticos. Son buenos compañeros entre sí y juegan bastante bien al fútbol. No son “culturalistas” ni intelectuales pero, a su manera, tienen “buen rollo”.Es necesario conocerlos muy bien para darse cuenta de que son muy buenos compañeros y hasta amigos. Honestos salvo el grupo de malhechores que han perjudicado tanto a la zona. Suelen ver televisión y les gusta el cine pues, debido a los prejuicios que hay sobre ellos, desarrollan mucho la imaginación. Esta imaginación les hace ser divertidos para quienes tienen la oportunidad de conocerlos a fondo y hacerse amigos de ellos.

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