Inocencio no puede comunicarse con nadie. No puede recibir dibujos de mujeres, parejas, mariposas, estrellas o pájaros. Inocencio gime desconsoladamente porque él no fue el autor del fallido atentado… pero Inocencio no pudo demostrar su inocencia por carecer de plata suficiente y ahora sólo viene su hija Anaí, de cinco años de edad, trayéndole un dibujo de pájaros volando sobre un maizal; un dibujo que el guardían de la cárcel lo ha roto en mil pedazos.
– ´!Tu papá no puede recibir dibujos de pájaros!. !Tu papá ya no puede ser nunca más libre y dentro de un mes el presidente va a ordenar que lo colguemos de un árbol!.
Anaí no llora. Anaí no suplica. Anaí no responde. Sólo que al domingo siguiente se acerca con un dibujo de árboles.
– Está bien. Un dibujo de árboles le hará saber a tu papá cuál va a ser su destino.
– ¿Son naranjas? – pregunta Inocencio cuando lo ve. La niña le hace callar…
– Ssshhh.
– ¿No son naranjas?.
– ¿No ves que son ojos?.
– ¿Ojos?.
– Ojos de pájaros escondidos en el naranjo y que yo te traigo a escndidas.
Inocencio se queda en silencio, con el naranjo cargado de pájaros, mientras su hijita promete traerle más el próximo domingo y así hasta que él pueda saber que la libertad está más allá de todas las injusticias y que el déspota dictador ha muerto la noche pasada rodeado de todos sus fantasmas…
Un texto precioso Diesel, la libertada es lo mas grade para el hombre….
!Con cuánta emoción he leido tu texto compi!. Me he sentido verdaderamente entusiasmada saber que la libertad es un grado de absoluta independencia que nadie podrá robar jamás al ser humano.