Perdemos humanidad en la medida en que nos convertimos en escaparates del consumo. Nadie puede argumentar la lógica que nos obligue a ser devoradores de un todo: sea lo que sea. Esta vez nos ha ganado la batalla la gran influencia que tiene la Tradición. Es de rigor pasar una noche en casa, creando hogar, a la luz de un fuego que no se apaga. Y cuando han sucedido atrocidades inmensas, macres desmedidas y desmesudas faltas de conciencia…siempre habrá Navidad.
¡Es una batalla que “algunos” han ganado para siempre”.