Mayo

Llamo de nuevo a un volver
despertándome este cantar de gallo.
Callo la voz junto al caballo
para entonces a nadie poder ver.

Es la inquietud murmullo de padecer
sed de vida a la vez que callo
y en el vacío de la atención hallo
un compás de epera en el amanecer.

Todo se me cubre con un no tener
nada más profundo que el mantener
deseos innatos de ser sólo un rayo

en este juego que es el sostener
la luz inmensa que hay que retener
en el presnte y dorado mes de mayo.

Deja una respuesta