Me enseñaste

Me ensañaste a quererte tanto
Me enseñaste a dar calor
Me enseñaste que el llanto
es parte del amor.

Me enseñaste que el tiempo
cura las heridas
y que los sentimientos
se expresan sin medidas.

Me enseñaste que el amor
es puro y sincero
y que el corazón
es su fiel compañero.

Me enseñaste que no valgo nada
si no te veo reir
Me enseñaste que en la mirada
se refleja la alegria y el sufrir.

Me enseñaste tantas cosas
Me enseñaste la mañana
Me enseñaste que una rosa
significa cuanto amas.

Me enseñaste a amar
Me enseñaste que la vida es una
Me enseñaste que no te podre olvidar
y que como tú, ninguna.

Me enseñaste a ver el amenecer
a caminar de la mano
Me enseñaste a querer
y a decir Te Amo.

2 comentarios sobre “Me enseñaste”

  1. Debes de querer mucho a alguien que te ha enseñado tanto.
    Sin embargo, no estoy de acuerdo en dos cosas. Cuando afirmas que no eres nada sin su sonrisa, y que te enseñó que no podrás olvidarla, deberias recordar algo que te enseñó anteriormente: te enseñó que el tiempo cura las heridas. Y eso debería bastar para sanar lo demás, ¿no crees?

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