Me pongo a pensar y entonces…

Entiendo muchas cosas que pasan y otras muchas cosas que no pasan. Pero no las entiendo como algo que aprendí a formular en algún momento de la concurrencia de esas cosas en mi ánimo. Es más, reconozco que en principio no las entiendo casi nada… porque entender las circunstancias de las cosas que nos ocurren o que ocurren a nuestro alrededor no es un aprendizaje de escuela o de universidad ni tan siquiera un aprendizaje del intelecto… porque nos pillan casi siempre de sorpresa. Y entonces es cuando tenemos que aprender sobre el mismo terreno de batalla.

Amigo grekosay, gracias por comprender ese hecho de las equivocaciones. ¿Quién, siendo humano, no ha aprendido a aceptar las equivocaciones como escuela del aprendizaje diario?. !Cuántas veces, compañero grekosay, quisiera haber podido detener los minutos de la vida y haberme puesto a pensar… cuántas veces!.

Pero la vida es un torbellino que a veces nos pilla impensados. Y tenemos que actuar porque estamos vivos. Y ahí es cuando algunas veces acertamos y otras veces nos equivocamos. Entonces es cuando me pongo a pensar y comprendo ciertas cosas que no comprendía, y entiendo a ciertos seres que no entendía, y asumo ciertas responsabilidades que no asumía… y, en definitiva, maduro aspectos que antes no habían madurado del todo.

Lo importante, después de todo, y estoy de acuerdo contigo, compañero voremista, es tener una vida por delante para superar momentos y para crecer… y es por eso por lo que me encanta tener amigos y amigas en este planeta llamado Vorem… porque no sólo está el hecho de concurrir a los amigos concretos del día a día, sino que es gratificante y hermoso saber que hay otros seres humanos más allá de la pantalla, en otra pantalla,en otra distancia llamada comunicación, en la misma onda, que te entiende y te comprende, para hacerte sinónimo de pertenencia a la Humanidad.

Deja una respuesta