Me suenas a retama movida por el viento
y a lucha entablada en el corazón.
Me suenas a dulce y cálida pasión
posesionándose de todo el firmamento.
Se entabla una batalla con el pensamiento
del éter viajero en cada estación
por donde pasa, ligera sensación,
cada segundo del eterno fundamento.
Y en medio del sonido yo aún te siento
como un hondo eco de este mi tormento
que se envuelve directo en tu disección.
Me suenas a un recóndito y ya tierno lamento
que escribe sus estrofas en el testamento
del poeta que busca la firme dirección.
Precioso soneto, diesel, precioso. Me trae sensaciones y me atrapa.