Amor como éste, jamás he sentido,
como a ti, con el alma a nadie quise,
todas mis pasiones las deshice,
para vivir junto a ti suspendido.
Solo tú, mi bien amada. Amada mía
adornas mi senda aridecida,
y la luz de tu alma encendida
Ilumina mis noches, las convierte en días.
Contigo a mi lado, nada desviará mi camino
ni mi paso tendrá vacilaciones,
ni mis ilusiones se tornaran, en el maléfico sueño
que habita bajo el ala marchita del ocaso.
Hundí, todos mis sueños en tus sueños,
naufragué mi odisea en tu quimera,
tu blanca sonrisa, ese regalo de la naturaleza,
despertó para ti mis ensueños.
Mi bien amada. Amada Mía,
alimentas mi alma palidecida,
brindas vida a mi vida,
llenas mi existencia de ti,
Mía. Profundamente mía. Intensamente mía.
Mi bien amada. Amada mía.
Profundamente posesión propia de cada ser amante el Amor mismo. El amante que ama siente que en lo profundo y en lo intenso el ser amado es de su propiedad. Es cosa del Amor. Tu poema es bueno en el sentido de que la intensidad que nos mueve la persona que amamos es una pasión que nos hunde en el ensueño.
Profundo amor y deseo de caminar por siempre a la par, por el camino que se hace recto.
Que bonito y que ” egoísta” es el amor.
Definitivamente el amor nos da vida, y el placer de pertenecerse es intenso cuando existe un amor tan profundo. Me gusta mucho como lo has expresado!
PD. Gracias por pasearte por mis textos, tus comentarios inspiran.. 🙂