Mi biografía en versos, 1

Quise arrancarme del alma
los años de mi sufrir y a
pesar de mis deseos no lo
pude conseguir.

Aunque no estaría yo solo
en el devenir amargo,
lo vivió mi pobre madre
además de mis hermanos.

En la comarca de los Vélez
y en plena guerra civil,
mi padre arañó la tierra
para poder mal vivir.

A pesar de los esfuerzos
por sacarnos adelante,
la situación más se agrava,
con la muerte de mi padre.

Un fatídico accidente
le clavó el filo de una hoz,
ya nada se pudo hacer
y su vida se frustró.

Ante el drama de mi padre
y viendo que se moría,
fue ingresado de urgencia
al hospital de Almería.

Allí perduró a su lado
en una larga agonía,
sus hijos en desamparo,
sin cuido de la familia.

Aún con todas las riquezas
que mi abuelo poseía,
a sus nietos le negó
hasta el agua que bebían.

Diez años eran muy pocos,
pero fueron suficientes,
tuvo mi hermana Isabel,
que encargarse de nosotros.
Gracias a su fortaleza
y piedad de los vecinos,
nuestras vidas no apagaron,
al principio del camino.

Aun con estas ayudas,
las penas fueron , muy grandes,
no paramos de clamar
la presencia de mi madre.

Lentamente la tragedia
nos fue ganando terreno,
reclamando los vecinos,
la presencia de mi abuelo.

La gente le aconsejó
que nos tenía que ayudar
porque nuestra situación,
era de gran gravedad…

Y que seria conveniente
a sus nietos recoger,
ya que nuestra madre aún
tardaría tiempo en volver.

Tras un fuerte discutir,
oponiendo resistencia,
cedió con la condición,
que fuéramos repartidos,
entre él y abuela materna.

Y en mi abuelo, como siempre,
surgieron sus intereses,
mi hermana con sus diez años,
también le podía servir,
para guardar su rebaño.

Pero, Dolores y Rosa,
suerte pudieron tener,
ya que mi abuela materna,
era una buena mujer.

De la estancia con mi abuelo,
mucho podría contar,
su tacañería era grande
y racionaba hasta el pan.

Pero gracias a mi abuela,
hambre no llegué a pasar,
porque con harina hacía
un substituto del pan.

Cuando llegaba la noche,
yo me negaba a cenar,
mi abuelo le echaba bronca,
de tenerme harto de pan.

Mas, ella le hacía entender,
que el pan tan intacto estaba
tal cual lo ha dejado él.

Suerte peor tuvo Isabel,
ya que según el abuelo,
se tendría que ganar,
lo que pudiera comer.

Con mucho dolor mi madre
y estando mi padre malo,
tubo que dejarlo solo,
para alumbrar a mi hermano.

En el último suspiro,
y en una larga agonía,
su alma a Dios entregó
sin nadie de la familia.

Mi madre con cinco hijos
y sin ayuda de nadie,
muy difícil lo tenía
para salir adelante.

Aún siendo muy pequeñitos
tuvimos que trabajar,
con explotadores de niños
a cambio de casi nada.

Por la labor de mi madre,
fuimos mejorando algo,
pero un hombre le estafó
el fruto de su trabajo.

Con habilidad y destreza
la engañó y fue convenciendo,
que a él se uniera en pareja.

Según este mal nacido,
en Valencia tenía casa,
donde todos viviríamos
y nada nos haría falta.

A la oferta del villano,
mi madre le hizo caso,
malvendió lo que era fruto,
de su esfuerzo y su trabajo.

Emprendimos viaje juntos,
y llegamos a Valencia,
menos mi hermano Domingo,
que se quedó con mi abuela.

Eso fue bien acertado
y se hizo lo correcto,
él niño a su corta edad,
tal vez no habría soportado
el terrible sufrimiento.

La mayor de mis hermanas
fue llorando todo el viaje,
porque ella pudo intuir,
el dolor de aquel desastre.

Temiendo perder el dinero
de lo que se malvendió,
le fue entregado al infame
y fue nuestra perdición.

Al final de nuestro viaje
como era de esperar,
se llevó todo el“dinero”
y no lo veríamos más.

Para nosotros Valencia
fue un mundo desconocido,
acostumbrados al campo,
nos encontramos perdidos.

La situación de abandono
a todos nos oprimía,
y a la pobre de mi madre,
el mundo le vino encima.

CONTINUARA

3 comentarios sobre “Mi biografía en versos, 1”

  1. Gracias por leerme Onlythebestones, solo son unos versos sacados de mi biografía (Cicatrices del alma) que no se si la abras leído, hoy mismo pegare otra continuación de los versos, saludos Alborjense

  2. Digo aquí lo mismo que decía en mi comentario sobre el otro poema que pusiste anteriormente: una vida dura, desde la infancia.

    Yo tuve la suerte de tener una infancia muy feliz, muy despreocupada. Creo que es un verdadero legado que te dura ya toda la vida. Por eso lamento que otros no hayais tenido la misma suerte.

    Alborjense, qué decirte sino que siento mucho tus circunstancias y animarte a que te desprendas de los lastres del pasado, lo que no es fácil.

    Animo y un abrazo.

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