De repente estoy otra vez con la misma sensación, sentado en la silla del aula y teniendo por compañera a esta Vida que no la cambio por ningún otro día festivo. Las fiestas hace mucho tiempo que las tengo ya olvidadas. Ahora sólo vivo el festín de cada día para vestirme de felicidad plena; como este mismo sueño de aula blanca en mi pensamiento. Quizás sea que el aprender a entrevistar a Fiodor Dostoievsky me ha servido para mucho más que para ser solamente un principio de nada. Ya soy algo. Ya soy el estudiante que entrevistó a Fiodor Dostoievsky para ahuyentar a los endemoniados que me acechaban en el aula negra. No. Ahora mi aula es blanca porque mi compañera no viste de luto por mí. Por mi parte, sigo perteneciendo a la juventud fugada de esta triste contemporaneidad que para nada me sirve sino solamente para seguir entrevistándome con los personajes de mi oficio. ¿Cuál es mi oficio? Existir.
2 comentarios sobre “Mi compañera La Vida.”
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La mejor compañía!
un abrazo!
¡Buenos días, Noelia! ¡Ha sido una grata sorpresa volver a leer un comentario tuyo! Gracias por leer. Supongo que todavía sigues escribiendo y haces bien en
no dejarlo nunca porque tienes en tus textos mucho contenido tanto literario como social. Un abrazo amistoso, Noelia.