Mi corazón es un barco
que va atracando en los puertos,
no sabe de geografías
de veranos ni de inviernos.
Ha tiempo navega al norte,
al horizonte distante,
es marinero que baila,
es un río muy inquieto,
mi corazón es un barco
que va atracando en los puertos.
En su diastólica marcha
ha cruzado primaveras,
ha escalado la colina
ha sembrado la pradera
ha rielado mar dormida
y al que no sabe de estrellas.
Mi corazón es un barco
que tiene alma de poeta,
que va dejando en los puertos
lo que su calor encierra;
construye, desde su infancia
su métrica sempiterna,
y riega, con sus poemas,
semillas de flores nuevas.
En los yermos desolados
va dejando sinalefas,
y, en los rincones de olvido
deja una flor, que embellezca,
la incultivable póbreza
del ingrato que se aleja.
Mi corazón es un barco
que en todas las partes deja,
un latido de cariño,
una luna, por grandeza,
y…aunque va de puerto en puerto
y sitolea bellezas…
¡Un solo muelle le espera!
¡A un solo muelle…regresa!
Bonito deambular por mares y océanos de tu barco, mecido por versos y rimas, clarificando su misión de corazón marinero.