En los días como hoy, bajo el silencio, quizás…me detenga más a observar sin nadie que se oponga a mi renuncia. Anulo mi actividad y medito.
Son tantas las cosas, tanta la gente, y tantos mis días que cuesta mucho empezar
a relatar.
Hoy, en mi transcurso por la ciudad, me detuve a saludar a una mujer, mas apenas se acordó de mi. No fue esta la importancia que la dí, y si el mero hecho
de objetar que los momentos, que quizás exageradamente opinando, el 80% de los momentos, se borran de nuestra memoria como si de un disco duro se tratara. Ante la expectación de la chica al verme y dudar añadí: No importa, es normal que no te acuerdes.- ¿ De cuantas cosas me habré ya olvidado?.
Me consolé pensando que a lo mejor, digo yo, ese 80% de nuestro 80% de vida pasada, la esencia dejada como pequeñas huellas sobre la arena, haya sido la consecuencia final. Después de dos años, por ejemplo, me encuentro con algún lejano conocido, resulta que no tengo nada que contar…¡nada que contar!…¿ Cómo? si en dos años pueden suceder infinidad de cosas?…y si…es cierto, mas tengo que abrir mi cajón para revolver entre mis papeles y comenzar a dictar a mi memoria averiada. Claro que tengo mucho por contar pero mucho mas desaparece tras nuestro paso.
Parar es necesario, porque mientras estamos aquí millones de personas continúan trabajando.
Hoy no cumplí esta norma, me ausenté de mis compañeros de viaje en el tren para poder imaginar otro relato…otro punto de mira y comparando encontré diversas similitudes con mi propia historia. A montones de Kilómetros, en otro año, en algún otro día , alguien escribió algo de mi sin saberlo.
Lo difícil, no es llegar a esa imaginaria deducción, lo difícil es encajar las piezas del puzzle de este mundo que a veces me parece un tanto surrealista. Los psicólogos pasan la mayor parte de su tiempo estudiando el comportamiento humano, millones de razonamientos habrán pasado por sus mentes al igual que a los grandes filósofos y demás de nuestra historia. Pero la pregunta que me formulo es la de si habrán logrado alcanzar la esencia final.
Totalmente demostrado que del cien por cien de nuestra experiencia vital sólo queda en la memoria, al final de cada dìa, de cada semana, de cada mes, de cada año y de cada vida un porcentaje pequeñísimo. Quizás un 10 por ciento o incluso menos. ¿Es posible medir esta dioferencia?. Más que posible medirla yo diría que es posible meditarla como tú lo has hecho tan brillantmeente en este texto.
Querida NASIA la esencia no se encuentra, esta presente en su busqueda, solo se transforma como nosotros, yo soy muy desmemoriada, cuando me encuentro con alguien del pasado, le hablo intuitivamente sin pensar, reconozco que soy algo bruta, porque. como me paso el otro día despues de 30 años, me encontre con mi primer novio, y en apenas 5 minutos le dije, -pues me case me divorcié por malos tratos, se ha muerto mi hija, he encontrado al hombre de mi vida, en fin lo mas importante, pero con detalles fuertes, el pobre chaval abria y cerraba la voca sin saber que decir, de pronto me dijo. No teniamos que haberlo dejado, me entró un terrible ataque de risa, teníamos 12 años, huyo despavorido, demasiadas verdades fundamentales, es muy aburrido considerar siempre las formas, si fueramos mas expontaneos mejor nos iria, lo importante es el momento que se vive que es consecuencia del pasado, no sé si a ti te pasará pero cuando te encuentras con alguien de la niñez es como si el tiempo no hubiera transcurrido y regresas a la anterior pureza, pruebalo verás que reacciones, un cariñoso abrazo