Mi suegro el chaquetón

Se me marchó el Chaquetón
Padre Gitano de raza
El zarpo con mi ilusión
Adiós marinero puro
La patera es tu mansión
Juntos vivimos en ella
Para pescar con ardor

Adiós paya entre gitanos
Me curaste el corazón
Con tu marcha a los madriles
Se me apagó la pasión

Me dirijo a mi casita
En el estrecho la tengo
Los tiburones y pulpos
Me la cuidan con amor

Mi suegro era el más sabio
Y se savia las canciones
De árabes y devociones
Sin ni leer ni escribir
Muchos maestros querrían
Tener tal sabiduría
De vida olas rompientes

Se lo llevo la corriente
pero esta en mi corazón

3 comentarios sobre “Mi suegro el chaquetón”

  1. ¿Es verdad, amiga Alicia, que José Antonio Díaz Fernández, más conocido como El Chaquetón, fue tu suegro?. !Qué sorpresa!. La verdad es que fue un inmenso artista del Flamenco con mayúsculas. Un besote y brindo por la gitanería artística.

  2. Siento decepcionaros, amigos. Mi suegro el chaquetón, aunque procede de una familia de cantaores y bailaores flamencos, no es, el chaquetón que vosotros pensais, nunca a grabado un disco, ni se ha hecho famoso, pero os puedo asegurar que como persona, yo no he conocido a nadie igual, en sabiduria, respeto hacia el ser humano y sacrificio.
    En el año 1984 le detectaron cancer, en el estomago y lo tenia tan diseminado que le habrieron para operarle y sin tocarle, al ver la cantidad de ganglios que tenia por todos lados, le cerraron sin tocarle, nos reunieron a la familia, y nos dijeron que la metastasis estaba tan avanzada, que como mucho duraria tres meses, eso si le pondrian quimioterapia, pero en aquel tiempo si no te mataba el cancer te mataba la quimio.
    Sin embargo él debil, con nauseas y callendosele el pelo a girones, seguia levantandose a las 5 de la madrugada para salir a pescar en su patera, y así poder dar de comer a su numerosa familia, la cual dicho sea de paso, hijos e hijas casados y con infinidad de churumbeles vivian en su casa, y ninguno le acompañaba. A mi me daba miedo que en una de sus salidad le diera un mareo cosa probable ya que estaba muy debil, por ello me puse pesada para que me llevara con el en el bote, él no sabia que tenia cancer y creia que yo lo hacia en plan aventurilla, me costo mucho convencerle, pero por fin lo conseguí. Con lo que me convertí en la primera mujer que salia a pescar con los gitanos en el estrecho en patera, tuve que demostrar desde el primer día que podia trabajar como cualquier marinero, fue toda una peripecia, pero eso es otra historia.

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