Muerte, Querida Compañera

Sabía que vendrías sola
frente a frente
sin tapujos ni corbatas,
sabía que vendrías fuerte, muerte,
no por el último beso, esta vez
a charlar solamente.

Te estaba esperando,
escudriñando
palabras verdaderas
para estar a tu altura,
aún, como tantas veces
quedé muda, muerte,
en tu presencia,
ensimismada en tu color,
hundida en tus ojos
tristes, quietos, negros,
querida compañera
y ahí, en ese vacío imperceptible,
insoportable,
me confesaste tu único fracaso:

-La palabra escrita
siempre,
me ganó la partida-.

2 comentarios sobre “Muerte, Querida Compañera”

  1. Preciosa partida de la vida tranmutada en muerte esa de la palabra escrita. Es profundo ese sentir que lo quieto es el vacío imperceptible que se llena de charla confesada y que siempre viene ella como el último beso de todas y cada una de nuestras noches.

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