Naturaleza develada

El ente que habita tu belleza carnal,
se nutre de los momentos de debilidad,
seduciendo con la alevosía propia de la pasión,
dando rienda suelta a la sádica y corroída imaginación.

Poco a poco se adueña de tu mente,
sientes como se aceleran tus signos vitales
avivando los primitivos instintos de la carne.

La frivolidad que no disimula, opaca el reflejo de la mirada
y en tu interior avanza sacrificando lo poco que queda de pudor,
despertando el erotismo pertinaz del pecado original.

Su presencia despierta oscuros deseos,
que invitan a cavilar sobre místicos rituales horizontales
que evocan antiguas divinidades ancestrales.

Con mucho empeño,
ésta noche puedes poseer hasta mis sueños,
guardar en mi interior, todo tipo de emoción,
traspasando la delgada línea que separa la fabula de la realidad
donde obviamos la ingenuidad y desgarramos la sensualidad.

Tu naturaleza develada, durante el camino a la perversión
por un paseo inmoral de victimas y cómplices,
hasta alcanzar el punto sin retorno; más allá del erotismo,
rescrito con las letras prohibidas del Sadismo.

Quisiera saciar tu desconocida voracidad,
gozar de la fatalidad que te embriaga en las noches de soledad,
aplacar esa pasión devoradora hasta ahora ausente,
que proviene de un alma fugaz y un corazón ardiente.

2 comentarios sobre “Naturaleza develada”

  1. Hola Alberto.. Cuando elegí el tema, simplemente me dejé llevar por un arrebato. Te pregunto, nunca has sentido ese instante capital del sexo, donde se desata una amalgama perfecta entre la pasión y el deseo por la carne, hasta el punto en que vas perdiendo el control sobre tu cuerpo, tu mente y tu espiritu; solo buscas complacer y ser complacido en todos los sentidos; Para lograrlo debes complacer primero tus fantasias..

    Te lo digo con mucho respeto..

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