Que manos tan suaves tienes, tan pequeñas, tan frágiles y que mirada tan limpia, tan sincera, tan de verdad. Y mientras tu ríes yo callo para admirar tu pequeño cuerpo sentado sobre mis piernas, y mientras tu te agitas yo sostengo una vida entre mis brazos.
Pensar en ti es abrir un baúl de memorias, de emociones, de sentimientos ocultos. Pensar en ti es volver a vivir cuando te sientes muerto.
Pero ahora no hace falta recordarte pues mi alma viajó al ayer para reencontrarse con el pasado, para olvidar que un día dejé de ser de niña y asumí un papel que jamás me perteneció.
Pensar en ti es abrir la puerta de un cuarto oscuro que durmió durante años esperando a sentir la risa de mi rostro, esperando a jugar conmigo, esperando a sostenerme entre sus brazos y decirme niña…que manos tan suaves tienes, tan pequeñas, tan frágiles.
Si padre, jamás crecí, jamás dejé de jugar o de agitar mi cuerpo lo que pasó fue que alguien me dijo que la juventud la marca un reloj y que a partir de las nueve hay que irse a dormir para mañana trabajar.
Buenas noches padre, que descanses y por favor no olvides apagarme la luz.
Cada vez escribes mejor NASIA porque cada vez escribes con más alma. Este Relato es grande digan lo que digan los demás. Y es grande porque es TODO UN CANTO DE AMOR.
Ser niña. Ser niño. Ser persona pequeñita para ser importante.
La mayor grandeza que conozco es la de los seres más pequeños (entre ellos los humanos que no crecen más allá de la adolescencia) Quizás sea por eso por lo que muchos me llaman niño y que no sirvo para ser mayor. Desde luego más vale ser niño que perderse en los desamores por mucho que lo llamen “amor libre” (que ya sabes que es un eufemismo). Así que si te sientes niña es que estás mejor en cuanto a los sentimientos.
y con el alma te doy las gracias, ya lo sabes. Una vez más…un millón de gracias.