!No matéis, nunca, a un ruiseñor!.

Todos tenemos pleno derecho a sentir y a expresar nuestras emociones con el libre lenguaje de nuestro corazón. Todos tenemos pleno derecho a reír, a llorar, a bailar, a sufrir, a hablar, a estar callados… y todos tenemos pleno derecho a alabar lo que nos gusta o a criticar y rechazar lo que nos disgusta. Pero… ¿por qué herir por nada?. ¿Qué daño nos puede hacer la margarita que crece en medio de la campiña?, ¿qué daño nos puede hacer el gorrión que palpita entre las ramas de un rosal?, ¿qué daño nos puede hacer el ser humano que vive en el mundo de sus ilusiones?. En la novela La familia de Pascual Duarte (de Camilo José Cela) hay un momento en que el protagonista, en un arrebato de ofuscación, dispara su escopeta de caza y mata a su fiel perrilla sólo porque le está mirando. !No matéis nunca, compañeros, a un ruiseñor por el simple hecho de que está cantando de alegría en un momento en que estamos sufriendo un gran dolor!.

Un comentario sobre “!No matéis, nunca, a un ruiseñor!.”

  1. Son cosas que pasan. A ninguno de nosotros (espero) en nuestro sano juicio se nos ocurriría matar a ningún ser viviente gratuitamente. Sin embargo, mucha gente tiene en ocasiones un temperanto que no son capaces de controlar. Desde luego, estoy en contra de la violencia gratuita. Pero de ninguna manera creo que los malos sean malos por naturaleza, que alguna razón tienen para comportarse como lo que hacen, y en muchas ocasiones responde a situaciones en las que uno llegó a perder la fe en ciertas cosas. Un saludo, Diesel!

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!No matéis nunca a un ruiseñor!

Todos tenemos pleno derecho a sentir y a expresar nuestras emociones con el libre lenguaje de nuestro corazón. Todos tenemos pleno derecho a reír, a llorar, a bailar, a sufrir, a hablar, a estar callados… y todos tenemos pleno derecho a alabar lo que nos gusta o a criticar y rechazar lo que nos disgusta. Pero… ¿por qué herir por nada?. ¿Qué daño nos puede hacer la margarita que crece en medio de la campiña?, ¿qué daño nos puede hacer el gorrión que palpita entre las ramas de un rosal?, ¿qué daño nos puede hacer el ser humano que vive en el mundo de sus ilusiones?. En la novela La familia de Pascual Duarte (de Camilo José Cela) hay un momento en que el protagonista, en un arrebato de ofuscación, dispara su escopeta de caza y mata a su fiel perrilla sólo porque le está mirando. !No matéis nunca, compañeros, a un ruiseñor por el simple hecho de que está cantando de alegría en un momento en que estamos sufriendo un gran dolor!.

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