Noche adentro…
yacen sombrías
taciturnas idolatrías
de un tiempo imperturbable,
que destilan desasosiego
y desbaratan el pronóstico festivo
de ser comprendido.
Noche adentro…
se dilata el desencanto
que alimentándose de cenizas
se eterniza,
y prevalece contundente
ante el anhelo de la vida
y el efluvio de la muerte.
Noche adentro…
la oscuridad me ilumina,
nace la inspiración
concebida en insólita dualidad
escritor e ilusión,
ideas que desprenden de la realidad
en procura de sostenida construcción.
Tranquilo, que puede amanecer en la Noche Adentro, y aun existirá tu poesía. Saludos!