En el reloj de la luna se baña
la marea sidérea de los astros;
hay un piélago de undosos rastros
en el centro del agua y en la caña.
El pescador nocturno desempaña
su universo total de entreactos
y en medio de la noche hace pactos
con estrellas que él desenmaraña.
Insomnes espacios cruzan en la sombra
la plenitud colmada que los nombra
como materia materna en el santuario.
Y el recio aliento se le asombra
cuando abre estelas que pronombra
la barca del pescador en el estuario.
He estado un largo rato pensando ¿por qué me suena tan “clásico”? Quiero decir, clásico en el sentido de escrito por un autor clásico, Quevedo o Góngora…y ¡es que es un soneto!
Es tan habitual el verso libre, que ya, hasta un soneto me extraña.
Muy bueno, Diesel. Imágenes muy bellas y la figura del pescador nocturno resulta muy evocadora. No sé si es tal pescador o es un pescador metafórico, uno como somos todos, intentando pescar los sueños en la noche.
Es verdad, nos estamos desacostumbrando a la metrica y a las figuras.. excelente imagen, me evoca un cielo nocturno invadido de estrellas y la paz infinita de la paciente espera
Efectivamente, Only, es un metafórico pescador de las estrellas de la noche pero he jugado también con la figura de un pescador en un estuario para dualizar la propuesta literaria. El desenmarañador de estrellas riela en las ondosas olas del estuario mientras busca en la noche sus sueños. !Ah!. !Me encantan los sonetos y ya he publicado varios en Vorem!. Un abrazote, amigo.
Gracias por tu comentario, dinora. Si, la imagen que quiero expresar es la de una noche estrellada donde su ser humano se invade de paz infinita mientras pesca en las tranquilas aguas del estuario. Más allá de toda medida métrica quise hacer un soneto porque encuentro en ellos un verdadero arsenal de metáforas para expresar sentimientos. Abrazos de tuamigo Diesel.
!Bellísimo soneto, Diesel!. me gusta esa metáfora e la marea sidérea de los astros y el piélago undoso en el centro del agua y de la caña. Tu metafórico pescador de estrellas (que las está desenmarañando en medio de la plácida noche) lo conjugas excepcionalmente bien con la materia materna y el aliento del pescador en el estuario. !Magnífico, Maestro!. Un besote vorémico.