Un instante.

Se presentó,
con el primer resplandor de la alborada,
sin previo aviso, apresurada,
me sorprendió, abrazado a mi almohada.

Su actitud…
imperturbable, inexpresable.

Su mirada…
fría, eterna, impenetrable
recorrió mi humanidad, de modo inquietante
como escudriñando mi alma,
sin solicitarlo, se acomodó en mi cama,
susurró mi nombre.

Su voz…
Atractiva, aunque de multiplicada
y sola soledad,
supo llamar mi atención.

Así, robamos éste instante al presente,
Instante de eterna brevedad,
Como un suspiro, profundo, lejano.

Por ese instante,
fuimos pasado y futuro,
un instante, que antes parecía distante.

Apenas un instante,
duró mi encuentro con la muerte.

3 comentarios sobre “Un instante.”

  1. Como te he comentado en tu anterior poema, “la víspera”, otra vez aparecen tus temas y estructura “particular”.

    El retrato de la muerte es muy sensual y, diría, hasta erótico.

    En este caso, el aire del poema es Allanpoeiano.

Deja una respuesta