Noviembre de 1934

Te veías cansada y triste, prometías de inmediato
se me pasara, se me pasara
Acorralada por el miedo fuiste buscando atajos
para no sufrir,
de lunes a viernes, de sábado a domingo
las cosas cotidianas una cerveza los amigos el trabajo.
Como queriendo irte, sin moverte
en medio de las tormentas de un mismo espacio,
para amortiguar las caídas.
Me pregunto como me enrede en tu vida
¿cuándo en tus cabellos?

no se responder a esto, solo seque al abrir una puerta,
y me fuiste tejiendo como una bufanda que hoy
sirve como escudo contra la melancolía.
Tiempo después ya tu rostro no encuentro
por ninguna parte, así que espero despertar de este sueño,
sentarme en una silla a pensar que
solo fue un viaje de esos en los que nunca…
voy muy lejos

8 comentarios sobre “Noviembre de 1934”

  1. A decir verdad considero de una insultante genialidad a Sabina de allí a que sigamos su ejemplo estoy contigo es solo que pienso que se puede apreciar y despreciar lo que nos parezca apreciable y despreciable de una persona. es decir cuando tenga que criticar al borracho insensible y demás, de sabina hablare, y cuando haya que reconocer lo bueno que es en algo, hablare también
    gracias por tus comentarios que siempre son de con la mejor intencion.

  2. De acuerdo en todo lo que ha dicho Hacaria menos citar a Sabina, al cual sólo lo considero un apologista del sexo fornicario, la violencia y la droga. Y lo seguiré diciendo siempre que se me nombre a Sabina. ¿Cómo seguir el ejemplo de un borracho de las madrugadas que rompe cristales de los comercios y se va a la cama con varias mujeres?. No. Para mí no es eso el Camino. Y en cuanto a tu poema es sincero… por lo cual, a pesar de ser un poco enmarañado y dificultoso de leer, me parece interesante e intenso. Un abrazo cordial.

  3. hola.. me gusta mucho la velocidad del poema, la relación de las ideas y la forma imprecisa/perfecta de unir las palabras con el mensaje final. Además el sentimiento se siente mucho.. y se lee y transmite ese sentimiento, tomando las palabras de Sabina, “después del punto final”.

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