Que complicado es entrar en un sueño cuando todavía estás en una pesadilla, los pensamientos se enlazan a los recuerdos, y todos ellos forman una maraña de odio y venganza, tal vez la única respuesta que hay después del amor, lo único que queda. Y aquí estoy con mis pensamientos de adolescente pasados los veintitantos, con mi música de los setenta y con un aire renovado, sólo me quedan despedidas, mi nueva vida empieza donde acaba todo, quince días, un mes, da lo mismo, simplemente sé que ya terminó, falta cerrar lo que esperaba y cada vez más cerca, he perdido muchos años y he ganado muchas experiencias, algunas malas, qué coño, la mayoría malas, he visto como se destruyen las personas, he visto calamidad, avaricia, egoísmo, ansia y sobretodo exacerbación de todo lo que no debe ser nunca amplificado, de drogadicciones absurdas, de peleas de gallo de corral, al fin y al cabo he visto todo aquello que me está formando la personalidad.

No sería justo decir que todo ha sido malo, pero si muy acertado, y ya desde el poco tiempo que me queda aquí, voy a retomar la vida por donde la tenía que haber seguido, el mismo sueño, la misma gente, ya no hay espacio para las miserias, ya no hay espacio para nada más que lo que yo quiero que lo haya.
Te echaré de menos, como siempre, y te querré tanto como antes, pero no te vas a meter más en mi vida, me verás y serás tú quien llore por haberme perdido, todo empieza aquí y tú te bajaste del tren en la parada que no debías, el mundo ahora está en mi mano todo lo que quiero lo voy a conseguir, sólo aléjate vete por donde nunca debiste entrar, tu turno terminó.