Te quedas, de repente, cantando
tu abundante vida en la ventana
mientras anda el aire tremolando
en el cielo azul de la mañana.
!Qué grandes tus ojos llenos de oleajes
bañándose en la inmensa travesía
de estos fundamentos de la paz!.
En tu corazón anida un amor hecho
de apasionado ritmo vertical
y solo de pensar en lo que eres
me haces sonreír a esta existencia
de abierta ventana de verano.
Tu canto desvela todo lo guardado
para los minutos de las nubes pasajeras
y yo, mirándote a través del tiempo,
sigo atentamente el ritmo de tus ojos.