§ombra§

§ombra§

INTRODUCCION

En nuestro pensamiento encontramos momentos, recuerdos y olvidos; donde la luz es señal de vida y en medio de la tormenta encontramos la verdad.

CAPITULO I

Llueve, todo era normal, es oscuro; la humedad es fría pero a la luz de una vela que rompe le frio y oscuridad; solía ser casi insolenta ante la iluminación constante y fugaz de los relámpagos que caían singularmente en la tormenta silenciosa como las lagrimas.

Todo era normal y callado, lloraba en silencio, los sueños frustrados, como de la gota de lluvia que se proponía ser rio y no fue más que una gota de olvido…Es te cuadro es casi increíble para aquellos que han llorado un amor prohibido… Realmente miento, todo era normal; es oscuro las 7:10pm, una oscuridad impenetrable la humedad era fría pues los pequeños huecos de las ventanas rotas permitían el paso de la ventisca; y a la luz de una vela que rompe el frio y oscuridad se distingue la silueta de una joven delgada, que escribía ante esa luz insolenta a comparación de la iluminación constante y fugaz de los relámpagos, movía sus manos angustiosamente valla a saber Dios el porqué de su angustia; su tristeza visible entre los movimientos de sombras y claridad de la llama de su vela, que se consumía con el pasar del tiempo, esa noche todo parecía no acabar: una tormenta que sonaba como la balacera de una guerra, todo permaneció igual durante horas todo menos, la consumida vela y el numero de hojas escritas por la mujer.
Al ritmo en que se derretía aquella vela blanca; caían sus lagrimas deslizándose cálidas y ahogando de dolor a la dueña que sin más remedio escribía… quien sabe cual fuese su agonía, de que índole trate su tristeza y porque razón se hallaba en aquella tormenta de sentimientos, en una iglesia rodeada de oscuridad como un abismo; donde la tormenta aumentaba y ya casi las 9:00pm, la aparente tranquilidad que se respiraba en aquel lugar se vio interrumpida por el sonido de un rayo que estremeció aun más el lugar; de repente la vela se extinguió y la mujer dejo de escribir aun llovía pero todo cambio, 9:30pm y en este recinto religioso callo nuestra joven sobre sus hojas agotada por su llanto, estremecida por el frio; solo se distinguían las sombras producidas por los relámpago, sombras que caían sobre aquella triste mujer; sin darse cuenta desde aquella apartada esquina desde donde ella escribía, y al levantar la cara se vio que era pálida pues otro relámpago permitió verla, y otro relámpago ella observaba la sombra y cuando el cielo se iluminaba al igual que el establecimiento, una gárgola en espacial que parecía guardar un secretos detrás de ella, los guardaba con recelo, según se veía… esta gárgola tenia garras, un aspecto agresivo y nada amistoso.
9:45pm, la mujer aun lloraba, y lejos de allí en un bosque donde también llovía y todo parecía ser normal salvo por los demonios que habitaban en él; que aumentaban conforme a la lluvia, por cada gota que caía un demonio salía, e irónicamente la lluvia proveniente del cielo donde nuestro Dios solo nos manda bendiciones esa noche daba demonios.
Estos demonios al caer buscaban refugio, algunos volaban, otros corrían velozmente otros se enterraban y otros se desaparecían. Incontables eran, y uno de ellos en especial al caer tomo la apariencia de un ser humano y se dirigió hacia la iglesia. Algo extraño estaba sucediendo.
¡Sin pensarlo todo se cubría de oscuridad, tempestad, tristeza y miedo!
10:00pm la tormenta para levemente del infierno dejan de caer ángeles endemoniados, y la mujer hace rato a retomado su escritura, donde con sangre a la luz de la vela nuevamente incendiada, corren aquellas gotas sobre el escritorio de tinta fresca, en ese dolor todo se calmo.
10:10pm han transcurrido 10 largos minutos y nuestra historia empieza a tomar rumbo a la luz, que la sumergirá a mas secuencias de sombras.

CAPITULO II

Eran aproximadamente las…? Es ilógico contar el tiempo, era tan oscuro que no amanecía el sol posiblemente en aquel extraño lugar hubiese muerto al pensar salir e intentar penetrar en aquella horripilante y desastrosa oscuridad y tristeza.
Afortunadamente la tormenta había llegado a su fin casi impredecible, el cielo estaba roto, y la ilusión de la esperanza igual; los sentimientos en aquella mujer conllevaban uno tras otro, el sentimiento de estar viva al de poder soñar, este a poder enfrentar la maldita realidad por consiguiente el amor que va atado al sentimiento de la ilusión por la esperanza… esa noche todo cambio, parecía ser que la joven estaba muerta en vida, porque ella ahora sentía todo lo anterior de una manera contraria; la esperanza había acabado con su ilusión creada por el amor, al acabar esto; se sumergió a la realidad, que la invadió de tristeza perturbando sus sueños y finalmente continuar como un alma en pena.
Así saliese el sol su alma se había estremecido tanto que había ido y quien sabe a donde habría de parar en aquella espeluznante noche: que ni del sol mismo permitía ser tocada, solo tenía sed de venganza frialdad en su existir, y por ende ganas de acabarlo todo…
La mujer no podía con aquellos sentimientos que en conclusión se llamaban: ¡soledad!
Locos somos aquellos que no admitimos la realidad, no la ignoramos; mas que ello no somos parte de ella, esta joven así lo quería; alejarse lo más posible de la realidad, de lo que venía, de lo que sentía; en su realidad diariamente, la que no era real para la sociedad a ella alguien le había enseñado a amarle… pero ese alguien no estaba la oscuridad lo recordaba; la mujer lloraba pues la real realidad la golpeaba, en su agonía a perdido su esencia y eso se reflejaba en que cada vez respiraba más suave y lento, hasta caer en el suelo…
Aquel demonio o tal vez hombre caído, camino hasta aquel lugar, donde la mujer tendida en el suelo; pues desmallada con frio y en una gran depresión la habían hecho caer; este hombre entro como si esa fuese su casa, vio a la mujer y con una fría ternura suspiro, camino junto a ella y no dijo nada… no musito el mas mínimo sentimiento o expresión de compasión, se sentó donde estaba antes de desvanecerse la joven; tomo las hojas y todo el lugar se sumió en sombras junto aquel hombre proveniente de la oscuridad y aquella mujer a quien se le extinguía poco a poco la luz. Un sueño enigmático, mientras ese ángel caído o espécimen endemoniado proveniente de Dios empezara a leer, moviendo los labios sutilmente, en silencio y muy suave recorría las líneas escritas por nuestra protagonista; la luz.
Que sucede, porque todo a parado la vela sigue encendida pero no se consume, las hojas de los arboles no se mosquean, y el hombre sigue ignorando a la mujer quien si se consume en sombras de sueños.
Las letras de la mujer se reflejaban en el rostro de nuestro demonio. Quien sin saberlo pasando hoja por hoja; terminando al cavo de algún tiempo, levantándose y caminando por el recinto levemente iluminado por la llama de la por el momento, eterna vela; sus pasos hacían eco, su traje de cuero lo hacía ver bastante peculiar, tumbando algunas cosas de la iglesia como grandes velas, algunas estatuas y divirtiéndose con grandes y viejo cuadros al colocarlos de cabeza… llego por fin, a la gárgola agresiva mirándola a los ojos como si esta estuviese viva pronuncio algunas palabras extrañas.
Esta estatua no hiso nada, pero la mujer si se movió. El hombre siguió diciéndole palabras a la gárgola como si esta fuese la mujer, quien finalmente grito ¡basta!
El hombre corrió a ella y la abraso, la mujer histérica se aferraba a él, la vela se movió agresivamente y la luz de las ventanas cambio todo se torno angustioso, y la mujer no paraba de llorar.

CAPITULO III

Nuestro demonio no hallaba como consolarla, y fuera de las ventanas de nuestra iglesia se entrecortaba la poca luz, había sombras, miles de sombras dando vueltas asechando el lugar. El tiempo siguió corriendo y ya no se sabe qué horas eran, pues aquí pasaba como en el corazón, el tiempo se había parado. Los sentimientos reprimidos de muerte rabia y odio se liberaron…
Hubo un instante en que la mujer miro a nuestro demonio fijamente, y sin palabras se comprendió, que el amor puede crecer y se encuentra cuando dejamos de guardar secretos que nos hacen morir; como los que la mujer guardaba y la estaban matando, que por muy mala que parezca una persona puede ser quien nos levante del suelo y haga que la luz cambie, entre sombras y luz aseche nuestra vida la alegría y tristeza; como aquel hombre libero los sentimientos de tristeza de nuestra mujer, que la persona que amamos llega de la nada, a lugares improvisados e irreales, en momentos de tormenta y de cataclismo.
Nuestra mujer es la luz, y nuestro demonio es la perfecta oscuridad; polos opuestos donde se da vida a una nueva era el amor y odio. Donde el tiempo se detiene, donde nos conocemos sin palabras, y nos amamos con carisias. Entre sombras cortadas por la luz, la verdad y la mentira.

DEDICATORIA.

Para aquel hombre quien me enseño la diferencia entre la luz y la sombra.
Y a la sociedad que no entiende cuanto lo quiero.
Y a la música que me inspira.

CONTINUARA……

§ombra§

2 comentarios sobre “§ombra§”

  1. A la sociedad no has de hacerle caso puesto que no te dan nada , si amas a ese hombre a pesar de ser polos opuestos , ¡¡Amalo ¡¡…los polos opuestos se atraen ..un texto un tanto oscuro pero revelador en cuanto a sentimientos por parte d ela protagonista .
    Un abrazo

  2. Si el sentimiento es correspondido, si tenés esa gloria que no ganamos todos, no hagas caso de lo que digan o piensen…¡Por Favor!, ¡Es realmente una carga pesada más que se suma al lastre diario el estar lejos de un ser amado! .
    La sociedad es asesina, aplasta, con su infame tendencia emparejadora, que no puede dejar nada fuera de su sentido enfermo…la sociedad es posiblemente la base de muchos males que sufrimos.Lamentablemente, no podemos huir de ella, pero al menos hay que intentar minimizar sus efectos.
    Salud.

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