Hola de nuevo amigos voremios, he tenido una serie de percances de los de hospital y por ello no he estado con vosotros, pero ahora me encuentro en Espasante A Coruña las gaviotas graznan a mi alrededor y la mar esta enfurecida, me contó el otro día un aldeano una historìa digna de ser contada.
Resulta que a eso de las doce se fue a acostar y cuando encendió la luz del cuarto vio para su sorpresa que sobresalian dos zapatos con pierna incluida de debajo de su cama, su pavor y sorpresa fueron inmensos, llamo a voces a Valentín su marido.
– Valentin Valentín ven que aquí ay un señor.
Valentín subió raudo las escaleras y cuando vio los dos pies no tardo en tirar de ellos para descubrir que se trataba del vecino que estaba algo mas de la mollera.
Todo quedo entre amigos que ya sabiendo las rarezas del vecino no hicieron mas que mandarlo para su casa con las mil disculpas consavidas de toda la familia, un saludo amigos desde aqui terras galegas que os valla muy bien, besiños
2 comentarios sobre “Otra vez Galicia de mis entrañas”
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¡Jajajajaja! ¡Qué bueno lo de las dos piernas con zapatos! Supongo que ese vecino del cuento era un cuentista o, en caso contrario… ¿qué hacía debajo de la cama de la señora de Valentín?. No creo que estuviese contando ovejas porque en ese caso se hubiese quedado grogui y estaba despierto… luego descartado que contara ovejas es posible que estuviese en la Inopia. Claro que si estuviese pensando en la Inopia no hubiese dejado sus pies con zapatos fuera del área desconocida. En fin… que muy buena la historia y que el final hasta sorpende a Valentín y todo. Tengo una teoría sobre los cuentos de esta especie: ni es oro todo lo que reluce ni hay que pensar más allá de lo que se escribe. Saludos de por estas tierras de Dios.
“El pesar y la pobreza purifican el corazón del hombre, aunque nuestras mentes débiles no ven nada de valor en el universo, salvo la comodidad y la felicidad” (Khalil Gibran).