Palabritud

Desde los orígenes de los humanos las palabras forman parte intrínseca y extrínseca de todos nosotroa. Somos comunicación verbal, oral, escrita, gestual, sonora, silenciosa… hasta el silencio está lleno de palabras. Hay palabra dicha y palabra escuchada en este tornar y retornar de la comunicación humana. Pero la palabra es la que nos hizo humanos y no animales simplemente. Lo que sucede, y aquí Grekosay pone el dedo en la llaga, es que existen personas que nos hacen consumir palabras escuchadas porque son proclives a querer dominar el ámbito de todos nosotros. Es la alienación del consumismo de palabras de los medios de comunicación que ostentan el poder de la misma. Por eso me gusta el Vorem… porque puedo leer grandes filosofías de palabras liberadoras en el texto de Grekosay, en el magnífico poema de Diesel, en las interpretativas interrogantes de ssshhh, en todos y cada uno de los voremistas hombres y mujeres que usamos la palabra como poder de liberación y no como consumo lanzado por idiotas para convertirnos en gilipollas.

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