No me extraña que seáis indiferentes al tacto,
ajenos al juego de movimientos que supone el verso.
Estáis alejandoos de lo que la vida nos da
y la muerte nos supone.
Para quienes nunca leen poesía
han nacido los locos que giran, las enamorados,
los árbles frutales, los universos poblados
por cometas que se estrellan.
¿Dónde están vuestras palabras?
¿Dónde las rimas perdidas?
Quizá vuestro poema sea el silencio incomprendido,
la camiseta prieta, los amplios pantalones que os hacen
parecer gigantes de tela.
¿Dónde quedan las expresiones del alma?
No existe alma, sino tiempo presente, día que no acaba,
poema urbano que se narra entre la noche y otra noche.
No…la poesía también forma parte de vuestros amplios bolsillos.
Caminamos a la par; lectores y no lectores.
¿Qué más da leer o no leer?
La diferencia la sabe
aquél que jamás lo dice.