Sumergido en las aguas marinas,
desconocidos peces se acercan,
me miran escudriñan mi alma,
mudos se concentran a mi lado,
me miran displicentes,
mordisquean mis pies,
lamen mis manos,
se acercan precavidos.
Son cautos taimados,
me sopesan me conocen,
calculan mi amor por el mar,
sienten mi infinita nostalgia,
suavemente agitan sus aletas,
ojos saltones me escudriñan,
fosas nasales huelen mis entrañas,
brillo plateado de escamas me vigila.
Me siento perdido,
vuelvo a la playa,
me seco al sol,
hasta mañana……
Humanos peces con aletas que vigilan las peripecias del baño. Humanos peces que rodean la paz y la llenan de escamosas presencias. Un abrazo, Kiowa.