Una brillante lágrima, similar a aquella otra, se deslizaba por su rostro lloroso. La música del órgano de tubos ¡Que música aquella!. El coro cantaba y vibraba.
El oficio religioso, el coro, la música.
Las personas enfermas, las personas paralíticas, en camillas postradas, en almohadones sus cabezas apoyadas.
Las enfermeras y los voluntarios sonriendo sus tristezas. ¡Las enfermedades en estado terminal!.
Así era el oficio de aquella mañana.
De todas partes las personas venían, su peregrinacion y su enfermedad, tambíén traian. Esperanza y Fe en sus corazones. Esperanza y Fe en sus intenciones, aunque limitadas y condicionadas.
Allí en el templo, reunidos y obedientes. La misa en varios idiomas.
El silencio merodeando in-visiblemente.
La resonancia del claustro invadía en la sensibilidad y así era que la lágrima salía y salía, con todas sus hermanas, rostro abajo, por allí se perdía.
El rostro lloroso. La lágrima salía nota a nota, tono a tono,de un rostro que todo cuanto podía miraba y veía.
Un comentario sobre “Peregrino Terminal”
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Me gusto este texto, relmente se siente gran sensibilidad en el… al leerlo pude sentir vibrar el alma…