Son las nueve y cuarto de la noche de Halloween. Estoy en un rincón de la vida observando a los seres humanos. Todos han cambiado. Todos han cambiado sus esencias esperando a s, quizás, se disfracen de Napoleón, de la Princesa de Éboli o pudiera ser que de Enrique VIII de Inglaterra. Hasta puede que alguien, más atrevido, se convierta en gusano de seda… sí… tal vez esto de Halloween sea solamente verdad. Yo, por eso, me disfrazo de persona…
Dicen que el Nobel comienza por alcanzarse de esta manera. Siendo sólo persona en medio de un mundo de brujas, vampiros, locos napoleones, princesas tuertas y algún gusano que otro. Tal vez. Posiblemente sea cierto.
Lo único que sé, ahora, es que un Nobel es algo tan superficial como las obras de sus sueños (y me refiero a quienes se disfrazan de saltimbanquis). Que lo que ocurre en esta vida de promesas y lisonjas es una multitud de seres alrededor de una calabaza hueca y es que, resumiendo, las calabazas siempre están achatadas por sus polos norte y sur. !Y pensar que los inuit y los fueguinos se han disfrazado de murciélagos!.
Bien. Pasan los minutos. La Liga del Fútbol Español se convierte en una batalla de soldaditos de plomo sujetados por ocho varillas. Es cierto. El fútbol de hoy es sólo como un futbolín manejado por los dioses. ¿Y qué hago yo hablando de futbolines y de dioses en este lugar, cuando ya están a punto de aparecer los vampiros y las brujas?. Posiblemente sea que esta forma de carrusel deportivo sea una de las vanidades más ciertas de este mundo global. Muchas calabazas convertidas en “cabezas de turco” que todos se colocan con sus correspondientes golillas, esclavinas y miriñaques; buscando, cada uno y cada una, el beso de las orugas…
Yo me pregunto ¿qué saben hacer las brujas?. Lo veremos a partir de las diez de la noche. De momento brillan por su ausencia los “príncipes azules”. Y es que en esta época podemos encontrarnos hasta con la realidad, la dura realidad de que los mitos se han quedado enterrados en las tumbas de los faraones. No sé que harán, realmente, enterrados en el Antiguo Egipto. Posiblemente, por ahora, esté de moda perseguir esta clase de enigmas. Por eso abunda tanta literatura e historia sobre temas como el de Tutankamón y sus maldiciones. Muchos, esta noche, están intentando descifrar, por ejemplo, enigmas de vampiros y de brujas que recorren las cercanías de las tapias de los cementerios.
Habrá que pensar que todo esto es sólo una imaginación y, sin embargo, abundan en relaidad los napoleones locos, las tuertas princesa de Éboli y los Enriques Octavos y los gusanos de seda (incluso también las lombrices de tierra) que sólo son producto de la era en que vivimos. ¿Vivimos?. ¿Aún vivimos en medio del Día de los Vampiros?. Estoy seguro de que muchos sólo viven breves momento y hoy desaparecen perdidos en las brumas de la Verdad. Son los que buscan chupar la sangre de las brujas. Todo esto es un cambalache para intentar meternos miedo y hacernos vivir vidas de moribundos. Cerca de aquí una ambulancia está pidiendo sangre del grupo 0. Cero universal. Normal. Hoy la vida es un cero absoluto, un vacío, un desatino tal que es necesario disfrazarse de algo. Yo sigo disfrazado de persona…
Recuerdo un año en que me encontré con dos números capicúas el mismo día. A eso lo llaman tener suerte. Sí. Suerte para apoder sobrevivir en medio de las brumas que se desplazan buscando los sueños de algunos que trasnochan cerca de los cementerios. Las tumbas realistas a las que tanto inmortalizaron los poetas de los Siglos de Oro español y, sobre todo, los románticos decimonónicos. Y yo sigo disfrazado de persona en el Rincón de Pepe…
Real como la vida misma, llena de brujas, vampiros y gente que te quieren chupar la existencia. habrá que cuidarse de todos ellos y seguir siendo persona.
Un abrazo mañanero Diesel.