Me dejaron las palabras en la boca
como gotas de leche de unos pechos maternales
y me han servido para imaginarme muchas veces.
Escribo dejándome llevar de nombres como el tuyo,
o de celestes colores de pintores de otras tierras.
Un poema para ti es el verbo que solo se conjuga,
el adjetivo que salta para adivinar tu esfera,
tus cadencias en el verso,
tu libertad como Tierra.
Así, te invento, desplegando a cielo abierto,
en esta mañana de verano gris del norte,
como expansión del verbo sobre el lienzo ilimitado
de un corazón palpitante.
Un comentario sobre “Poema para Celeste”
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gracias,
amigo mío,
por tu diáfana simpleza y tu espejado corazón…
cariños,
..Celeste