El rojo paso de la blanca aurora
ha convertido en verde al álamo lozano
y allá en el monte desde el altozano
deja pasar el tiempo cada hora.
Hay una fina plata de cristal dorado
que el sol alumbra sin demora
y en el valle umbrío de la zarzamora
un mirlo canta al día inacabado.
Sombra. Sombra de verso enarbolado
por la voz del poeta que se enamora
del rojo paso de este sol dorado
por el rastro abierto de la amapola.
Muy bonito escenario.. “sangran las amapolas”, dice una canción ♪ folclórica de Costa Rica, y este texto me ayuda a ilustrar ese juego de colores de la naturaleza. Relaja, eso relaja Diesel, me parece que es algo inadvertido que lleva el texto y que buscabas causar. Saludos compañero!.. Lo disfruté.
Acertaste Hacaria. Saludos también para ti y para toda Costa Rica.
una poes[ia con canto al mismo tiempo,
una forma muy original para combinar con
la naturaleza que es una de las cosas
m;as bellas de este mundo.
Saludos Hacaria
Diesel, estaba tan concentrada leyendo tanto que escribi los nombres
al reves!!!
Disculpa
Me encant[o tu poema 🙂
Gracias Laura. También yo confundo a veces “canto” con “encanto” y, sin embargo, si lo piensas viene a ser lo mismo…
est[a bien 🙂
buen d[ia hoy y siempre Diesel!
del rojo paso de este sol dorado
por el rastro abierto de la amapola…brillantes imágenes, me ha fascinado.Saludos.
Gracias, Flama. Tus comentarios son muy valiosos para mí. Un saludo cordial, colega.
bien poeta solo cuando el sol brilla salen esos pensamientos perezosos que de tanto adormilados se quejan en la distancia no distinguen ni su sombra, saludos
Gracias Víctor. Un día vi a un hombre sentado a solas, en el silencio, pensando… estaba ideando un poema… quizás fuese alguno de nosotros… quizás fueses tú… quizás fuese yo… quizás fuese cualquier ser humano soñando…