Poso mis pies…

Poso mis pies en el lugar de las emociones íntegras, de los contrastes agridulces, me empeño en quitarle el polvo a mi pasión, en no dejar que se me fatigue el alma, no ahora.

Y las preguntas se convierten en mi banda sonora por momentos, y mi boca esboza una sonrisa si pienso tus ojos, pero las emociones duermen y despiertan bajo mi piel, no quiero huidas hacia delante ni retornos forzados.

Siento cerca el abrazo de tus ojos, pero tus abrazos de piel están tan fuera de mí…, confío en las palabras y los gestos a tiempo, en las emociones que viajan desde cada poro…

Quiero trenzar contigo el camino, pero cada matiz parece marcar el destino, no hay destino, sólo quiero un camino…

Y el miel de tus ojos se hace ocre, creo verte en un lienzo, no eres tú, son los trazos de tu rostro, fotogramas…

Y el mundo gira y gira y en cada giro te encuentro, y mi vida me pregunta, y no sé qué hago para simplemente ser…, no puedo más que descubrirme en tus sentidos, y en los míos…

No quiero que cada gesto condicione mi presente, no quiero espirales, sigo creyendo en los colores que no veo, sigo creyendo en la magia, poso mis pies en el lugar de las emociones íntegras…

3 comentarios sobre “Poso mis pies…”

  1. Puro como la vida es tu texto… tús palabras me hacen sentir lo mismo que admirar la belleza de un cuadro o una fotografía, juegas con las palabras y escoges las exactas para hacer saltar la chispa. Muy bonito

  2. Muy bellas imágenes para describir la búsqueda de la autenticidad o la pureza.

    Vengo de leer a Nasia, que hace una reflexión muy parecida, aunque su búsqueda es quizás más de una autenticidad interior.

    Muy interesante como un mismo tema se resuelve de maneras tan originales y diferentes.

    “El mundo gira, gira, gira…” Otra bella bailando.

    Un beso, loquita, hace tiempo que no te leía y me alegro de hacerlo de nuevo. 😉

  3. Noeliaf!,

    Busqué el momento apropiado para disfrutar de tus palabras. Dejas ver una hermosa luz por detrás de tus lienzos. Sentí pena por ese amor que no está, pero también alegría por saber encontrar hasta en lo más hondo de la soledad la belleza del saber amar.

    Sigue pintando con palabras de miel.

    Mil besos.

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