Cuando escribimos un relato, existen 6 preguntas básicas para responder y hacer sobre un hecho.
Por ejemplo, cuando crea un cuento, estas 6 preguntas tienen que ser contestadas para que el lector pueda entender de que trata la narración.
1) Qué: Se atribuye al “qué pasó”
2) Quién: A quién le pasó el qué.
3) Porqué: Porqué fue que le pasó el qué al quién.
4) Cómo: Cómo le pasó el qué al quién.
5) Cuando: Cúando le paso el qué al quién.
6) Dónde: Dónde le pasó el qué al quién.
Con estas preguntas contestadas se puede contar un hecho. Pero nadie quiere siquiera meterse con dos preguntas más, que són el “para qué” y el “para quién”, ya que estás son de un plano metafísico al que los científicos y seudo intelectuales no quieren meterse, como el hecho de preguntar qué fue primero, si el huevo o la gallina. Dependiendo de las posibles respuestas nos aparacen más preguntas. Preguntas que muchos no se atreven a plantear o siquiera a responderse.
Ahora, las preguntas antes mencionadas, en un orden adecuado, al igual que un puzzle, pueden a llevarnos a responder o a encontrar “posibles respuestas” a muchas interrogantes de nuestras vidas.
Imagínense, ¿qué soy?. Luego un ¿quién soy?. ¿Cómo soy?. ¿Porqué soy?. ¿Cuándo soy?. ¿Dónde soy?. ¿Para qué soy y… para quien soy?.
Ahhhhhhhhhh, el sin fin de posibles respuestas a estas preguntas pueden llevarnos a enterdernos a nosotros mismos. Pero eso sí, hay que ser honesto y sincero. Sino, ¿de qué nos sirve hacernos preguntas que no vamos a tener el coraje de responder?.
Ahora viene la tarea del día:
Toma un qué cualquiera. Lo colocas junto a un quién. Luego le agregas un cúando y un dónde. Y al final lo cocinas con un cómo, para mezclarlo con un porqué. Por último lo aliñas con un para quién y lo sirves juntos a un para qué.
Los diversos sabores de respuestas que surgirán en tu ser completo (mente, cuerpo, corazón, pasiones, emociones y espíritu) te podrían dar uno de los festines de tu vida.
Por supuesto, todo esto servido con un vino blanco frío de impasibilidad y un rosé tibio de paciencia hacia uno mismo.
Que lo disfruten y esperemos que no sea su último almuerzo o cena.
Interesante fórmula. Llena de originalidad y de humor fino. Muy buena la interpretación de las interrogantes a despejar. Voy a intentarlo.
Como Diesel, creo que es muy original lo que planteas. Pero, en lo referente a entendernos a nosotros mismos, las respuestas a veces pueden ser un autoengaño. Por ejemplo, yo me estudio desde hace mucho, creo conocerme a fondo y sin embargo muchas veces me sorprenden mis reacciones. Lo pienso y me doy cuenta de que una determinada reacción es producida por una determinada emoción. Cuando estoy en esas no me vale ni el blanco frío ni el rosado (¿tibio? aquí lo tomamos frío tambíén), sólo quizá un tinto que ponga las cosas en su sitio y me conforte.
Saludos, Yopis.
Muy útiles preguntas. Son una buena guía para quien quiera escribir un relato.
Gracias por el apunte. Intentaremos seguiras el el próximo y ¡a ver que sale!
ñam, ñam…. Buuuurp! (perdón)
muy buena digestión de como hacer una buena historia en especial con muchas mas Preguntas que haría Sherlock Holmes, o Mr.Poirot.
intento de Relato:
Que: se armo la Bronca en la posada
Quien: por lo mismo se llevaron a Jesús
Porque: porque no pago la cuenta de la Ultima Cena
como: pues el posadero le quiso cobrar y se hizo que dios le hablaba
cuando: hace un rato, todavía se ven los rastros del pleito
donde: ahí en la esquina de herejes con traidores num. 666
conclusión:
pero no te preocupes ya Judas se esta encargando de conseguir unas monedas para pagar la cuenta
Moraleja:
Con amigos como estos, quien necesita Enemigos?
The end:
Se Cierra el Telón.
Una Verdad-Romántica
Crisantemo-Azul