Por la puerta escondida de los sentimientos has entrado como un vendaval y hasta los geranios de mi ventana oculta se han encendido de luces divinas. ¿Qué has hecho con mi alma que ya no vive en mí?. Miro a los transeuntes que caminan por la vida, abstraídos en sus pensamientos y en sus múltiples ideas y sólo te veo a ti repetida en mil y un pedazos de miradas.