Y qué más da si gano o pierdo, si me vuelvo irracional y si me lío y me pierdo, y si me enamoro un par de veces al mes, o a la semana, para luego no volverles a ver.
Qué más da la embriaguez de los sentidos si siempre se vuelve a la sobria realidad.
Qué más da todo si sólo quiero reírme. Estoy viva.
2 comentarios sobre “Qué más da”
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En efecto, llevas razón, mientras podemos reír es que estamos vivos y no como ciertas personas que parecen más bien muertas porque no ríen jamás.
E vero, que mas da, prefiero mil veces reír que deambular por el mundo con cara de lo que yo llamo vinagres totales.Cariños.