Que quede para hoy…
(Este es un poema que sólo tiene título. Que mañana lo borren las oleadas de todas las fantasmagóricas sombras de lo mortuorio… pero que hoy, y sólo hoy, quede grabado en la memoria de los árboles enraizados en la presencia conspicua de mis anhelos y los tuyos. Que mañana lo borren quienes se preocupan de barrer las hojas caídas de esos árboles y que se convierta en fuego ardiente o en alimento de las aves migratorias que van del Occidente hasta el Oriente con una especie de sonámbula presencia. Me duelen las ausencias de todo lo existente pero… ¿qué mas da si hoy estás presente?).